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Ley Bases | Violencia en el Congreso: los manifestantes atacaron con piedrazos y bombas molotov y prendieron fuego un auto de Cadena 3

La tensión escaló fuertemente frente al Congreso pasado el mediodía, cuando gremios, movimientos sociales y agrupaciones kirchneristas y de izquierda se congregaron para manifestarse contra la Ley Bases. La Policía Federal, que junto con otras fuerzas custodió celosamente los alrededores del palacio legislativo, arrojó gases lacrimógenos durante buena parte de la tarde para disuadir a los grupos de manifestantes. El protocolo antipiquetes se mostró eficaz para despejar las inmediaciones del edificio, pero no para liberar las calles de la zona, en una jornada de protesta que fue perdiendo civilidad conforme pasaban las horas.

Los piedrazos fueron protagonistas pasadas las 16, horario en que la manifestación sufrió un giro. Junto con los proyectiles, los manifestantes lanzaron bombas molotov contra los agentes de seguridad y alcanzaron a derribar una parte del vallado -dispuesto desde ayer a la noche-, lo cual derivó en momentos de extrema tensión en las afueras del Congreso y, hacia el interior del recinto, en un pedido de cuarto intermedio para frenar la actividad parlamentaria, pedido que finalmente no prosperó.

Inmediatamente después, algunos manifestantes dieron vuelta un auto de Cadena 3, emisora radial con base en Córdoba y lo prendieron fuego sobre la calle Hipólito Irigoyen. Una humareda negra se apoderó de la plaza y una nueva dotación de uniformados, todos ellos de Gendarmería, arribó a la escena para contener el desmadre en una tarde marcada por un juego de presencias desafiantes entre los manifestantes y la Policía. Hubo corridas, empujones, forcejeos, insultos contra el gobierno, hurtos y mucho alcohol.

Agentes de la Prefectura actuaron en la zona del CongresoFabián Marelli – LA NACION

El punto de quiebre se dio cuando los manifestantes lograron abrir sobre la avenida Rivadavia un resquicio en el vallado que se extendía por todo el frente de la plaza. Un carro hidrante se aproximó al lugar para disuadir a los manifestantes, quienes retrocedieron y liberaron la vereda, la cual luego utilizaron como corredor para hacer llover cascotes sobre el vallado, muchos de los cuales caían peligrosamente cerca de otros manifestantes.

El primer pico de tensión, sin embargo, se vivió pasadas las 13.30. En un primer intento por despejar la intersección de Callao y Rivadavia, una fila de uniformados de la Policía Federal avanzó unos metros y, a fuerza de gases lacrimógenos, -que marcaron la tarde en las afueras del Congreso- logró desplazar al grueso de manifestantes por tan solo unos minutos. La policía ganó terreno, plantó una hilera de contención, pero los manifestantes volvieron a poblar la esquina. Volaron botellas, los insultos se amplificaron y hubo algunas personas tendidas en el piso producto de los efectos del gas. Las más comprometidas recibieron el auxilio de un grupo de trabajadores y estudiantes de la salud ligado al Partido de los Trabajadores Socialistas que buscaba neutralizar los efectos del gas aplicándoles leche a los heridos.Escenas similares se repitieron en distintos puntos de la zona, donde los manifestantes y la policía avanzaban y retrocedían al ritmo del gas pimienta.

La escalada se aplacó, pero tanto la avenida Rivadavia, como Entre Ríos y Callao (su continuación) siguieron bloqueadas al tránsito. En medio de la tensión, se lo vio al diputado de Unión por la Patria Germán Martínez tratando de aquietar las aguas. Entre los que sufrieron los efectos del gas pimienta estuvieron sus compañeros de bloque Carlos Castagneto, Eduardo Valdés y Leopoldo Moreau.

Un manifestante que recibió gases lacrimógenos frente al Congreso Ricardo Pristupluk

Finalmente, a ritmo sostenido, dos líneas de uniformados avanzaron sobre Callao desplazando a la totalidad de los manifestantes hasta Bartolomé Mitre. La escalada de tensión se estancó nuevamente, pero el clima en los alrededores del Congreso quedó enrarecido. Luego, vendría el descontrol en la plaza con la quema del vehículo de Cadena 3, cuyo cronista es Orlando Morales.

Los manifestantes habían empezado a llegar cerca de las 9. Los esperaba un muy fuerte operativo de seguridad, que incluye a la Policía Federal y la Gendarmería, para custodiar el edificio del Congreso y sus alrededores. Este miércoles, en una muy reñida y ajustada votación, podría definirse la suerte de la Ley Bases.

Con focos de concentración que se fueron nutriendo con el correr de la mañana, esta muy amplia muestra de organizaciones y figuras opositoras se distribuyó por la Plaza de los Dos Congresos, a lo largo de casi dos cuadras.

Camioneros -que aportó un gran número de manifestantes-, Suteba, la Asociación de Personal Legislativo (APL), la Central de Trabajadores Autónomas y la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) son algunos de los muchos sindicatos que plantaron sus banderas de protesta a metros de un Congreso cercado por vallas que fueron colocadas ayer por la noche. Es que el protocolo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se activó desde temprano. Tanto como las primeras expresiones de rechazo: por la madrugada, con Gabriel Katopodis a la cabeza, dirigentes de Unión por la Patria emprendieron una vigilia bajo la consigna “frenemos la ley”.

“Pacíficamente, hay laburantes, compañeros, militantes, que vienen a expresar con mucha tranquilidad que no es esta la ley que necesita la Argentina”, dijo a LA NACION Katopodis, ministro de Obras Públicas de Axel Kicillof y jefe político del municipio San Martín. Fue antes de que se desataran los disturbios. “Desde muy temprano militarizaron el Congreso”, añadió.

También estuvo presente el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, y el exministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta. “No estoy de acuerdo con la mayoría de las cosas que propone este proyecto de Ley. No soluciona los problemas de la gente que está en los barrios, los sectores medios, los comerciantes, las pymes, ni ninguno de los problemas estructurales que tenemos en nuestro país”, indicó Gray.

Atienden a dos hombres que recibieron gases lacrimógenos frente al CongresoRicardo Pristupluk

“La masividad es clave”, declaró por la mañana el secretario general de ATE, Oscar de Isasi, en alusión al rol que, entiende, juega la calle en una votación signada por la paridad. El líder de camioneros, Pablo Moyano, hoy distanciado de sus pares cegetistas, encabezó la columna de su gremio y llegó a la plaza pasado el mediodía, arropado en su propio operativo de seguridad. “Hablamos después que salga. Hoy está empatado”, dijo Moyano ante la consulta sobre el resultado de la votación de la Ley Bases. “Tengo la esperanza de que se rechace. Hay dos o tres senadores y senadoras que están dudando. Hay que decirles que llegaron a su banca con los votos de trabajadores y trabajadoras”, amplió.

A un lado de los sindicatos, en la primera línea de la manifestación, se ubicó la izquierda. El Partido Obrero, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), el Nuevo Más, el Partido de los Trabajados Socialista (PTS), entre otros, se recostaron sobre la avenida Rivadavia –que permaneció bloqueada al igual que Hipólito Yrigoyen– y se enfrentaron cara a cara con un ágil pero aplomado cordón de la Policía Federal que procuró -sin éxito- resguardar la circulación vehicular sobre Callao.

Promediando la tarde, dirigentes políticos de uno de estos partidos, recargaron fuerzas con un avocado toast y unos huevos revueltos en un famoso local de café sobre la avenida Callao.

Eduardo Belliboni, en la manifestación contra la Ley Bases, frente al CongresoRicardo Pristupluk

En las inmediaciones del Congreso se vieron desplazamientos y vehículos de distintas fuerzas, Gendarmería, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Prefectura Naval, entre otras. La Policía de la Ciudad, con 500 efectivos, también participa del operativo.

Las organizaciones sociales también dieron el presente en las afueras del Congreso. En una plaza blanquecina, teñida por la niebla, algún fuego artificial y el humo de varias decenas de parrillas, el Polo Obrero, Libres del Sur y el Movimiento Evita, entre muchas otras agrupaciones, llegaron temprano para presionar sobre un recinto que hoy podría definir el largo y sinuoso camino de la Ley Bases.

Una atmosfera más festiva se vivió 50 metros por detrás de la primera línea de banderas, donde unos parlantes ubicados en andamios, junto a unas batucadas, le pusieron música a una jornada que se anticipa larga. Mates, cerveza y algún bailoteo aislado marcaron el tono en el corazón de la Plaza Congreso antes de los desmanes.

Cordón policial en las inmediaciones del Congreso, donde se debate la Ley BasesRicardo Pristupluk
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