Tras meses de rumores y especulaciones sobre su salud, Kate Middleton confirmó su diagnóstico de cáncer en marzo de este año y anunció que se retiraría de las actividades públicas mientras realiza su tratamiento correspondiente. Sin embargo, sorprendió este domingo al aparecer en la final masculina del torneo de tenis de Wimbledon, su segundo acto público en el año.
Acompañada por su hija Charlotte, de 9 años, la princesa de Gales fue recibida en la cancha central del torneo tenístico con una ovación del público presente en la final entre el español Carlos Alcaraz y el serbio Novak Djokovic, que terminó con el primero ganando el título por segunda vez consecutiva.
De esta forma, la princesa le entregó la “Challenge Cup” al campeón, que venció al actual número 2 del mundo por 6-2, 6-2, 7-6; y el tradicional plato de plata de segundo lugar a Djokovic.
Desde 2016, Middleton es la patrona real del All England Club y, como parte de sus funciones, suele entregar el trofeo a los ganadores de la final individual masculina y femenina. Pese a no haber asistido al enfrentamiento entre Barbora Krejčíková y Jasmine Paolini de este sábado, la princesa de 41 años publicó un mensaje en las redes sociales (su primera declaración desde el anuncio de su enfermedad) y expresó su deseo de asistir a este evento a pesar de estar en tratamiento.
Mientras tanto, su esposo, el príncipe y heredero al trono británico Guillermo, viajó a Berlín para presenciar la final de la Eurocopa que disputarán Inglaterra y España durante la tarde de este domingo.
Esta es la segunda aparición pública de la princesa de Gales desde la Navidad pasada, antes de que anunciara el comienzo de su tratamiento de quimioterapia preventiva. La primera había sido el 15 de junio en la celebración del cumpleaños del rey Carlos III, cuando saludó desde el balcón del Palacio de Buckingham junto al resto de la familia real. El desfile se celebra en la conocida avenida Mall de Londres, donde se instalaron gradas y una tribuna en la que la familia real contempló el paso de las unidades militares.
Ese día asistió al “Desfile del estandarte”, un acto protocolar organizado desde 1748 para celebrar los cumpleaños de los soberanos. La princesa había anunciado su asistencia tras indicar que está “teniendo buenos progresos, pero como cualquiera que pase por la quimioterapia sabrá, hay días buenos y días malos”.
La última aparición de la princesa, antes de ese acto de junio, se remontaba a diciembre de 2023. En enero, se sometió a una misteriosa operación abdominal por la que pasó dos semanas en el hospital. Dos meses después -en un mensaje de video- anunció que las pruebas habían revelado la presencia de cáncer y que comenzaría un tratamiento de quimioterapia preventiva. En el medio, se multiplicaron las especulaciones sobre lo que podía sucederle a la princesa de Gales, algo que la Casa Real intentó acallar con el anuncio, que se dio menos de dos meses después de que se conociera que el rey soberano, de 75 años, anunciara que también padecía un tipo de cáncer.
LA NACION