Hay percepciones que no se sostienen con el rigor ni con el más meduloso análisis. Están más vinculadas con las sensaciones que pueden transmitir o dejar los equipos cuando entran a la cancha en medio de un clima externo enrarecido por alguna circunstancia excepcional. El seleccionado francés que este sábado perdió ante Los Pumas por 33 a 25 en el estadio José Amalfitani claramente no fue el mismo en su funcionamiento que el que siete días atrás les ganó a los argentinos con amplitud y determinación. Sin dudas, la detención a dos de sus jugadores, Hugo Auradou y Oscar Jégou, acusados de violación a una joven mendocina, no fue ajena al bajo rendimiento colectivo de les Bleus del segundo test match.
Dicho esto sin quitar valor al desempeño de los Pumas, lo exhibido por Francia a lo largo de los ochentas minutos en la fría tarde de Liniers estuvo lejos de los rendimientos habituales de los azules frente rivales de jerarquía. El bajón anímico se notó en que, a diferencia de en el partido de Mendoza, fueron dominados en la batalla física y cometieron muchos errores de manejo producto de desconcentraciones. El conjunto visitante no logró abstraerse del complicado momento que atraviesa por la situación de Auradou y Jégou, que en el sábado pasado fueron titulares y tuvieron papeles activos en el triunfo por 28 a 13.
Ambos fueron acusados ante la Justicia de Mendoza por violación a una mujer y se dispuso que por el momento permanezcan detenidos en una dependencia del Poder Judicial de la provincia. El presunto abuso habría ocurrido el mismo fin de semana, durante la estadía del plantel en la capital mendocina. “Fue una semana difícil, pero tratamos de estar compenetrados en el juego y rendir de la mejor manera. Entiendo que eso no debe ser una excusa, pero de algún modo afectó”, manifestó el capitán Baptiste Serin en la conferencia de prensa posterior al encuentro en Liniers.
En consonancia con el medio-scrum, el entrenador Fabien Galthié había afirmado que el equipo había quedado conmocionado por la situación y que debería revertir el momento. “El impacto en el grupo es real. Para nosotros, es un cataclismo, un trauma”, dijo este viernes el entrenador. Y agregó: “La preparación ha sido muy difícil. A partir del lunes vivimos momentos difíciles y procuramos salir adelante de la mejor manera. Realizamos un trabajo psicológico en conjunto con los jugadores y esperamos superarlo pronto”.
Según periodistas franceses que presenciaron el partido en el estadio de Vélez, la magnitud de la denuncia llevó a un colapso interno en la delegación y divide aguas en la opinión pública de su país, entre aquéllos que creen en la inocencia de ambos rugbiers y los que tienden a pensar que hay culpa y que si las pruebas son contundentes la Justicia debe condenar con todo el peso de la ley.
En relación con la acusación que pesa sobre los dos jóvenes, Galthié se mostró preocupado el viernes pero atento a colaborar con la Justicia: “Vamos a hacer todo por ayudar a la Justicia argentina a que haga su trabajo. Somos muy exigentes con las reglas, el reglamento, así como con la libertad de cada uno. Repito: es un momento difícil”, concluyó el entrenador. Sin embargo, varios periodistas compatriotas presentes en el Amalfitani lo responsabilizan por haber incluido en esta serie de test matches frente a Argentina y Uruguay al conflictivo Jégou, que hace unos años fue suspendido por consumo de cocaína y estuvo involucrado en otros conflictos.
La trascendencia del hecho obligó a que varios medios franceses reforzaran la cobertura de la gira de julio por Argentina y Uruguay con enviados para ocuparse de lo netamente judicial. “Esto es un escándalo nacional”, afirmó Thomas Broggini, corresponsal en Argentina del diario francés Le Parisien. “Hoy por hoy en Francia se habla sólo de la denuncia y de los años de cárcel que pueden afrontar los rugbiers. En estos días llegaron muchos colegas para abocarse a la cobertura judicial del caso. Este partido pasó a un segundo plano”, admitió el periodista, que en las próximas horas volverá a viajar a Mendoza para la continuar la cobertura.
Antes de y durante el partido no manifestación alguna relativa al hecho. Los 32.000 espectadores que cubrieron las tribunas de Vélez se limitaron a alentar y a disfrutar del primer triunfo de los Pumas bajo la conducción técnica de Felipe Contempomi. Todos parecieron ajenos al episodio de la madrugada del domingo 7 en Mendoza. “Los principales medios de Francia hablan del hecho y se armó un debate interesante en torno a qué pesará con los detenidos. Lamentablemente, en los últimos años el rugby francés es noticia por sus escándalos”, comentó otro periodista del país europeo, que prefirió reservar su identidad.