Dónde se grabó Survivor Argentina es una duda que surge con el estreno del reality de Telefé, que el este lunes 15 presentó a los 25 hombres y mujeres que deben adaptarse a un entorno selvático, paradisíaco pero a la vez desafiante, con la esperanza de un premio millonario.
Los capítulos ya grabados del programa, cuyo nombre completo es Survivor: expedición Robinson, fueron filmados en las playas de Capurganá, en Colombia. Su nombre viene del idioma kuna, tribu a la que perteneció hasta el siglo XIX, en el que significa “Tierra del Ají”.
Administrativamente está situada en el municipio de Acandí, dentro del departamento del Chocó, al norte del país sudamericano, cerca de la frontera con Panamá. Su condición es la de corregimiento, con el que los colombianos denominan a una instancia intermedia entre los centros poblados y las veredas o parajes.
Algunos de sus puntos turísticos más atractivos, tal como indica el sitio de turismo oficial de Colombia, son la isla de los Pájaros, donde hay miles de aves autóctonas de la zona, y la bahía El Aguacate en la que cuando hay oleaje se produce el fenómeno natural del hoyo soplador y secador, el cual consiste en la salida de agua por un agujero formado sobre la arena blanca. Cerca de allí también está la denominada Piscina de los Dioses, un conjunto de piscinas naturales de agua dulce y salada.
Con unos 1800 habitantes, según el censo colombiano de 2018, la zona bañada por las aguas cristalinas del Mar Caribe es el punto más poblado de una zona donde también están las localidades de Triganá y Sapzurro. Esto no significa que no sea un destino remoto y con lugares que desafían las aptitudes humanas. De hecho, la única forma de llegar a los pueblos de Acandí es por mar o aire.
Esto es debido a que la zona es parte del llamado Tapón del Darién, una región de selva de más de 5000 kilómetros cuadrados que sirve de frontera natural entre Colombia y Panamá. Las primeras imágenes de Survivor alcanzan a mostrar algunas de las particularidades que tiene el Darién, de una biodiversidad incalculable, pero con tramos que pueden volverse inexpugnables. La proliferación selvática es tanta que esta es la única parte del continente en que se interrumpe la Carretera Panamericana, sistema de rutas y caminos que une el continente americano de norte a sur.
Como describe la Wild Consevation Society, el paisaje del Tapón del Darién está formado por “bosques premontanos y montanos, bosques nubosos, bosques enanos, así como grandes manglares” donde la vegetación se sumerge en el agua dulce. Jaguares, guacamayos, serpientes, monos y águilas, entre otros cientos de especies, conforman la fauna de esta zona húmeda y lluviosa, de acantilados y ríos, que abarca el mencionado departamento del Chocó en su lado colombiano y la provincia de Darién en jurisdicción panameña.
Los habitantes originarios de la zona incluyen a los pueblos indígenas Wounaan, Embera Eyabida, Embera Dobidá y Gunadule, que son binacionales con Panamá, así como distintas comunidades afrocolombianas. Como explica un informe de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad de Colombia, formada luego de los Acuerdos de Paz entre las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y el estado colombiano, en esta zona existen 25 resguardos indígenas y 28 territorios colectivos de comunidades negras.
Por su ubicación geográfica, es una zona de paso para cientos de miles de migrantes ilegales, que buscan un mejor destino en Norteamérica a costa de atravesar a pie la espesura de la jungla. Según Médicos Sin Fronteras, solo en 2023 más de 500.000 personas intentaron este cruce, que muchos no logran completar con vida.
Además de las difíciles condiciones ambientales, el Darién también suma el peligro de grupos paramilitares vinculados al narcotráfico y otras actividades de crimen organizado. Actualmente, las mayores facciones armadas en la zona son disidencias de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) formadas luego del Acuerdo de Paz en 2016 y el ELN (Ejército de Liberación Nacional).
LA NACION