Por Carlos Pagni
¿Por qué estamos todos prestando atención al drama venezolano? ¿Por qué tiene ese magnetismo lo que pasa en Venezuela? Se debe a que lo que allí ocurre es de una extraña anormalidad, que incluye no solo violencia institucional sino física. Llama mucho la atención que sea una crisis que ya parece crónica. Es una especie de callejón sin salida. Pero no es la única razón por la cual observamos esta escena. La política venezolana, desde hace mucho tiempo, ha adquirido una dimensión internacional, que toca a todos los que viven en América Latina. La primera razón por la que estamos atentos a la coyuntura en Venezuela se debe a la presión de la dictadura del chavismo sobre la sociedad venezolana, que ha ocasionado una migración muy caudalosa. Nada más que en las elecciones de este domingo, las personas mayores de edad habilitadas para votar fuera de Venezuela eran 4.500.000 personas. Es la dimensión del exilio venezolano. Hay estadísticas y encuestas realizadas en las últimas semanas que indican que si la sociedad venezolana hubiese tenido la percepción de que estos comicios iban a ser fraudulentos, podía esperarse que 1.000.000 de personas más dejasen Venezuela, pensando que allí terminaba su última oportunidad para ver un cambio en el país. La expectativa es equivalente al nivel de frustración y desencanto que produce un resultado como el del que fuimos testigos, que es de una enorme manipulación. ¿A dónde irían estos venezolanos que huyen? Principalmente, a Colombia y a Brasil, como lo han hecho hasta ahora. No son los únicos destinos. En la Argentina, se convive con una gran cantidad de venezolanos que viven el drama del exilio. Otro destino cada vez más frecuentado es Estados Unidos, al que acceden yendo primero a Panamá. Son estos los motivos por los que para Brasil, Colombia y EE.UU. esta elección tiene un significado particular en términos de su propia situación.
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03.00 | Venció el plazo para impugnar o apoyar las candidaturas de riel Lijo y García-Mansilla para la Corte
Este lunes venció el plazo para que la ciudadanía y las asociaciones profesionales presenten en el Senado impugnaciones o adhesiones a las candidaturas del juez federal Ariel Lijo y del académico Manuel García-Mansilla para integrar la Corte Suprema de Justicia. Hasta el fin de semana, pocas presentaciones habían llegado al Congreso, según fuentes con acceso a los expedientes.
Ahora, el Senado notificará a los postulantes del contenido de los documentos y ellos podrán hacer sus descargos. El 21 y el 28 de agosto serán las audiencias públicas.
Las objeciones son de tres tipos, según supo LA NACION. Algunas cuestionan a Lijo por sus antecedentes y sus bienes; otras cuestionan a García-Mansilla por sus posiciones más conservadoras y su oposición al aborto no punible, y un tercer grupo cuestiona a ambos porque no con sus designaciones la Corte quedaría sin mujeres.
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La Cámpora, que tiene como principal referente a Máximo Kirchner, desmintió este lunes al canciller de Venezuela, Yvan Gil, quien incluyó a la agrupación kirchnerista en un listado de unas supuestas “más de 100 organizaciones” que reconocían el resultado de las elecciones en Venezuela, señaladas por fraude.
Gil subió un texto a la red X donde sostenía que “más de 100 organizaciones sociales y políticas, que provienen de todos los continentes del planeta, celebran el proceso democrático electoral realizado el 28 de julio, reconocen la labor del árbitro electoral, así como los resultados emitidos”.
En el puesto 94 de ese listado difundido por el canciller aparece “La Cámpora – Argentina”, cuyos miembros habían hasta ahora mantenido silencio sobre la proclamación de Nicolás Maduro. Sin embargo, en diálogo con LA NACION, los voceros de La Cámpora desmintieron haber firmado ese comunicado. “No sé por qué estamos en ese listado”, dijeron fuentes cercanas a Máximo Kirchner.02.00 | Crisis en Venezuela, la medida de la presión sobre Milei.
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02.00 | Luciana Vázquez: “Crisis en Venezuela, la medida de la presión sobre Milei”
Por Luciana Vázquez
La Argentina de Javier Milei está “condenada al éxito”: la frase célebre del Eduardo Duhalde modelo 2001 en su asunción presidencial en aquellos días de crisis histórica, resuena, inquietante, en esta coyuntura. Con otro sentido, y eso es clave: no vuelve a la memoria como augurio, fallido, de un futuro promisorio asegurado después de tantos sinsabores sino como requisito necesario e ineludible para el cambio profundo de época con el que sueñan Milei, la política que se alineó tras él y sus votantes: si el Presidente no baja la inflación en serio y reactiva la economía, la alternativa política que hoy no se avizora puede encauzarse eventualmente en una opción que confunde populismo económico con matriz macroeconómica y productiva sostenible y equitativa.
La crisis venezolana y las reacciones en torno a Venezuela son la medida del desafío que enfrenta la presidencia de Milei: después de veinticinco años de chavismo político, económico y social, sus crisis no logran todavía desmantelar su estructura de poder, ni la potencia que su relato ejerce en una parte significativa del autopercibido progresismo latinoamericano y algunos especímenes globales. Si Milei no logra entregarle en bandeja ese logro económico a sus votantes, le habrá dado argumentos a una versión de la Argentina perokirchnerista que sigue adorando una matriz conceptual Estado-céntrica, también en el caso venezolano, a pesar de las muestras claras de su fracaso. Hay datos de esa permanencia ideológica, a pesar de su ineficacia y sus crisis.
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En un escenario local atravesado por las elecciones que se desarrollaron este domingo en Venezuela, el expresidente Alberto Fernández exhortó a Nicolás Maduro a despejar las dudas y cuestionamientos que surgieron en torno a la legitimidad del proceso electoral y de los resultados que arrojó. Además, criticó el bloqueo económico que rige en el país centroamericano y pidió por la “recuperación de la convivencia democrática”.
“Durante años planteé ante la comunidad internacional la necesidad de trabajar seriamente para que la convivencia democrática se recuperara en Venezuela. Para lograr ese objetivo, siempre señalé la importancia de asegurar un proceso electoral transparente siguiendo las formas constitucionales de ese país”, expresó el exmandatario en un extenso mensaje publicado en su cuenta de X.
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LA NACION