Banfield le ganó 2 a 0 a Independiente Rivadavia en la fecha 15 de la liga de Primera División Argentina. Y aunque el triunfo le permitió seguir sumando al Taladro, y profundiza la racha negativa de una victoria en los últimos cinco partidos de los mendocinos, la imagen del encuentro fue la escalofriante lesión que sufrió el Damián “Kitu” Díaz sobre el final del primer tiempo: fue a trabar y solo, se torció el tobillo.
La desafortunada lesión sucedió en el minuto 42 del primer tiempo, cuando el partido ya lo ganaba Banfield por 1 a 0. Fue tras una pelota divida que el jugador de 38 años nacionalizado ecuatoriano, fue a trabar contra un rival, apoyó mal el pie y el botín se le enganchó en el césped, lo que le provocó que se le doble el tobillo de forma casi total.
Las imágenes capturadas por la transmisión televisiva dieron cuenta del momento exacto de la lesión, que no terminó con fractura, y enseguida se viralizaron por el tenor de la torcedura de tobillo. En el suelo pidió asistencia con gritos de dolor. El partido se detuvo y fue atendido por el cuerpo médico. Tras ello fue reemplazado.
Antes de eso, Kitu, que fue campeón con Boca en el Apertura 2008, se presentaba como una de las eventuales figuras del partido, tras haber sido determinante para el primer gol del Taladro, cuando formó parte de la jugada que Ezequiel Cañete tradujo en gol.
El mediocampista surgido en Rosario Central llegó a Banfield este año y rápidamente se posicionó como uno de los líderes del equipo que dirige Gustavo Munúa, quien tras el encuentro se refirió a la lesión del volante en conferencia de prensa: “Lo del Kitu estamos esperando, la verdad que no pinta bien. Es una lástima porque sabemos que es un jugador diferente”.
Tras su debut en Central, vistió la camiseta de Boca, y más tarde llegó a Colón de Santa Fe. Luego de un breve paso por Universidad Católica de Chile, llegó a su primera etapa en Barcelona, donde acostumbró al público con su fútbol y se convirtió siempre en uno de esas llaves imprescindibles para abrir los partidos.
Se transformó en ídolo del equipo de Guayaquil, con el que logró tres títulos y fue convocado para la selección de ese país, en donde llegó a jugar cuatro partidos. En el medio se fue al fútbol árabe, estuvo dos años en el Al-Wahda de Emiratos Árabes Unidos y volvió a Ecuador antes de regresar a la Argentina.
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