Las separaciones de Pampita tienen un denominador común: los engaños, las traiciones, las infidelidades. En una palabra -o en dos, mejor dicho- los cuernos. En el primero, fue condenada por adulterio en perjuicio de Martín Barrantes. Pero esa figura judicial no existe más y también se esfumó la situación: fue ella quien pasó a sufrir las «macanas» de sus maridos y rompió con ambos, el chileno Benjmaín Vicuña antes y el funcionario Roberto García Moritán ahora, después de descubrirlos «en orsay».
«No estábamos mal. Eramos una pareja normal. Decidí separarme el 20 de septiembre cuando me enteré de todo» escribió Pampita este mismo fin de semana para confirmar que dejó a su esposo y también para mandarlo al frente «con pitos y cadenas». Cuando dice «me enteré de todo» lo que está contando es que confirmó todas las sospechas de que Moritán, ministro en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, andaba «en una» o «en unas cuantas» con otras mujeres.
Una de las preguntas más comunes en cualquiera de los ámbitos donde surge este tema -un escándalo de esta magnitud se charla en reuniones familiares, oficinas, colectivos, ascensores o en la fila de la panadería mientras se espera para pagar medio kilo de flautas- es «qué pasa con Pampita que siendo tan bella, para muchos la mujer más linda del país de las más bonitas del mundo, todos sus hombres terminan envueltos en aventuras». Medio país quiere saber eso. La otra mitad se anota para consolarla, je.
En el programa de Carmen Barbieri intentaron responder esa inquietud y fue la propia conductora, después de decir que de ninguna manera justificaría una infidelidad y que hasta regañó a su hijo Federico cuando supo que había engañado a una de sus tantas novias, dio una particular teoría acerca de la responsabilidad o de la culpa en el accionar «tramposo» que deriva en el final de una relación.
POR QUE TODAS LAS PAREJAS ENGAÑAN A PAMPITA
«Yo no voy a justificar nada, por supuesto, pero sí quiero decir que en una pareja todo es cincuenta y cincuenta. Lo bueno y lo malo. Lo lindo y lo feo. Todo» sorprendió Carmen, quien no sólo dijo eso sino que además se preguntó «si Pampita, si ella no es como muy…como demasiado… controladora. Ella quiere que esté todo bien… no sé si la palabra es controladora, no me sale ahora, pero me lo preguntó i ella no es muy así» tiró abriendo un inesperado frente de batalla.
Cuando alguien le sugirió a la Barbieri que quizás estaba queriendo decir que «Pampita es un poco hincha para los tipos, por ahí querés decir eso», Carmen se apuro en aclarar que «no, no, como que ella quiere que todo esté perfecto, que no haya problemas, que la imagen sea la de una pareja sin fisuras» pero después volvió a poner a la modelo en el centro de la escena cuando dijo que «yo no sé si no es ella la que con algunas actitudes o con algunas cosas no los empuja de alguna manera a ellos a los brazos de otras mujeres». A la pucha, se la jugó toda Carmen.