Las mejoras en los precios de bonos y acciones le abrieron espacio a nuevos inversores, que hasta ahora se mantenían al margen del mercado argentino. Se trata de los denominados fondos de «real money», que suelen ser más conservadores que los llamados «distress», que rastrean los mercados más riesgosos -como el argentino- en busca de papeles con mayor potencial en el corto plazo.
El asesor Leonardo Chialva, director de Delphos Investment, asegura que este ingreso significa un verdadero espaldarazo hacia la política económica de Javier Milei. Y que, en los hechos, podría traer nuevas subas de precios en los activos financieros.
Luego de la mejor semana financiera para la Casa Rosada -con un verdadero aplastamiento del «riesgo país», que quedó al borde de los 1.100 puntos- y un rally alcista notable en bonos y acciones, el ingreso de capitales frescos al mercado podría generar nuevos récord.
Rally alcista en bonos es una oportunidad para el Gobierno
El último reporte de Fernando Marull puso puntos suspensivos sobre la oleada compradora y la suba de los valores.
Para el economista, la clave de lo que viene tendrá que ver con la verdadera capacidad que muestre el Gobierno para demostrarle al mercado de que puede encontrar financiamiento.
«Para el corto plazo; el impacto del blanqueo debería aflojar, quitándole impulso a los bonos y a la baja del dólar; Para que siga el rally, el efecto blanqueo deberá ser compensado por el inversor que vea que el plan económico es consistente, que puede conseguir financiamiento hasta octubre de 2025″, sugiere Marull.
Cierto es que tanto el volumen del blanqueo en efectivo como las emisiones de deuda en dólares que están haciendo las empresas locales -y que se canalizan a través del MULC en el Banco Central- sorprendieron al mercado. Y potenciaron los precios de los bonos y las acciones.
Pero ese efecto, de una sola vez, podría llegar a su fin. De ahora en más, el Gobierno tendrá que seguir construyendo puentes de dólares.
En ese sentido, la decisión del Fondo Monetario de abaratar el costo del crédito de la Argentina se sumó a las buenas noticias: son dólares que refuerzan la caja del país, en un momento en que se cuenta cada billete verde que queda a disposición del BCRA.
Fin del cepo al dólar: ¿operativo relanzamiento?
No son pocos quienes en el mercado piensan que Javier Milei debería aprovechar la bonanza financiera -que incluye el achicamiento de la brecha cambiaria- para unificar el tipo de cambio. Y avanzar en la salida del cepo.
Miguel Kiguel es uno de los que suponen que llegó ese momento. Y que el Gobierno tendría que priorizar el crecimiento de la actividad, algo que únicamente podría suceder si se quitan las restricciones cambiarias y eso da espacio para el ingreso neto de capitales.
«El tren desinflacionario está perdiendo vapor en la opinión pública, y quizá sea un buen momento para priorizar el crecimiento. Para ello, creemos que es necesario unificar el mercado cambiario, aunque esto pueda generar un aumento transitorio en la inflación», sugiere Kiguel en el último informe de su consultora, EconViews.
Chialva va en el mismo sentido. Supone que Luis Caputo podría sorprender antes de fin de año con una unificación cambiaria, que no suponga una apertura total del cepo para no correr demasiados riesgos. Se sabe: el Banco Central mantiene sus reservas en negativo, y cualquier salto en el desbloqueo del cepo podría terminar mal.
Por ahora, el Gobierno no da ningún signo de que el levantamiento de las restricciones se vaya a dar en el corto alcance. Es más, en entrevistas que funcionarios del equipo económico tuvieron con fondos de inversión extranjeros, la cosa fue muy clara. El mensaje del elenco oficial definió que la prioridad es quitar trabas al comercio exterior. Pero que no hay ningún apuro en salir de las restricciones de la denominada cuenta capital.
De hecho, el ministro Federico Sturzenegger y la titular de la AFIP, Florencia Misrahi, brindaron detalles sobre la eliminación de determinados trámites y herramientas de fiscalización para importar y exportar bienes.
Incluso, los funcionarios argentinos ya adelantaron que no dejarán que las multinacionales remitan libremente utilidades a sus casas matrices. Por ahora, el cepo sigue vivito y coleando.