Yuyito González, figura conocida de la pantalla chica y pareja del actual presidente Javier Milei, compartió hace poco una faceta más personal de su vida en conjunto. En medio de una situación política compleja y desafiante para el país, esta pareja parece encontrar momentos de unión y normalidad a través de actividades diarias compartidas.
En uno de los recientes episodios de su programa matutino, Yuyito reveló detalles de su rutina de ejercicios, que ahora también lleva a cabo con el mandatario argentino. La conversación en el programa comenzó de manera casual, cuando Yuyito narró su regreso al gimnasio, algo que ha renovado con entusiasmo.
“Ayer empecé a ir al gimnasio de nuevo”, confesó la presentadora, enfatizando su interés en mantenerse activa y saludable. Detalló algunas de las actividades que realiza: caminata, bicicleta, entrenamiento con pesas para las piernas y uso de la escaladora.
Toda la narración brindó pinceladas sobre una vida que, aunque cargada de responsabilidades, se esfuerza por encontrar equilibrio. El interés se intensificó cuando uno de sus compañeros de trabajo le preguntó si había emprendido esta saludable rutina por su cuenta o acompañada. «Fui con mi novio», respondió ella, no sin cierto aire de vergüenza.
La declaración provocó risas en el set, dado el férreo hermetismo que suele mantener Javier Milei sobre su vida privada. No obstante, esta revelación también mostró una sencillez y humanidad que suele quedar fuera del ojo público. Decididos a no ahondar en un terreno personal delicado, los compañeros optaron por no hacer más preguntas intrusivas, aunque la curiosidad prevalecía entre todos.
Reveló, además, que realizaban estos ejercicios en un sitio exclusivo: la Quinta de Olivos. Este significativo detalle no solo añade una capa de privacidad pero también de normalidad en la agitada vida de un presidente constantemente en el foco político y mediático. La respuesta de Yuyito a las incitaciones de una posible presencia activa del presidente fue un tanto ambigua.
Su «No puedo contestar», seguido de risa, sugería una complicidad cercana entre ambos y que, efectivamente, compartían más de lo que estaba dispuesta a revelar públicamente. La pequeña anécdota es una manifestación de cómo Javier y Yuyito tratan de mantener la vitalidad y felicidad en su vida de pareja.