Este martes, en conferencia de prensa, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, hizo referencia al DNU que emitió el presidente Javier Milei para habilitar un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional. Fue en el marco de dar un parte de situación sobre cómo las autoridades provinciales encaran los terribles daños que sufrió la localidad de Bahía Blanca tras la inundación.
«Ya que vamos a recibir crédito internacional de organismos multilaterales, que se utilice, en la medida de lo posible, para la reconstrucción de la ciudad de Bahía Blanca«, planteó el gobernador. Y agregó que espera «que no sea usado para la especulación, para la timba, para la cuestión cambiaria».
De esta manera, el gobernador de la provincia de Buenos Aires -quien se viene jugando a construir una fuerza propia dentro del peronismo que lo alce como competidor presidencial- dio por sentado que Argentina tomará un nuevo crédito impagable con el Fondo Monetario Internacional. Crédito que, si llegara a consumarse, sin dudas se utilizará para financiar la fuga de capitales y para pagar la anterior deuda que contrajo el macrismo con la misma entidad dominada por los Estados Unidos, como ya se lee en el decreto presidencial.
Aunque el pueblo de Bahía Blanca necesita con urgencia que se destinen recursos para reconstruir lo destruído en la inundación; un nuevo crédito con el Fondo no solo no será destinado a este fin, sino que implicaría un desastre mucho mayor al que vivió la ciudad, y a escala nacional. Por otro lado, Buenos Aires concentra el 33% del Producto Bruto Interno nacional: el gobernador bien podría considerar aportes de las grandes empresas o las grandes fortunas radicadas en la provincia para palear la catástrofe, pero no se le ha escuchado nada en este sentido.
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En cuanto a Javier Mieli y Luis Caputo, mienten cuando afirman que «es la primera vez en la historia que el acuerdo con el Fondo servirá para reparar el daño que la política le ocacionó a los ciudadanos».
Desde que el FMI volvió a desembarcar en la Argentina, con el acuerdo impulsado por el expresidente Mauricio Macri y el anterior y actual ministro de Economía Luis Caputo, y con la continuidad del pacto de entrega bajo el gobierno de Alberto Fernández con el ministro Martín Guzman: se registraron 8 millones de nuevos pobres en el país hasta fines del 2023.
Un nuevo crédito con el Fondo implica redoblar las cadenas de sometimiento que nos impone este organismo con mayores ajustes y devaluación, y con reformas que atacan derechos. Una vez más, buscarán que lo paguen los jubilados y jubiladas, que éste miércoles volverán a reclamar por sus ingresos, su salud y medicamentos frente al Congreso de la Nación.
Esta declaración del gobernador Axel Kicillof es importante, en el marco de que aún se espera qué posición tomarán las distintas fuerzas políticas, que deberán refrendar o rechazar el decreto presidencial en el Congreso Nacional.
El Frente de Izquierda Unidad ya dejó clara su posición: el DNU es nulo. “Saben que opino que la deuda es ilegítima, un mecanismo de dominación, pero hay que destacar que contraerla o renegociarla por DNU es especialmente una arbitrariedad atroz. Al Congreso solo le quedará aprobar o rechazar la estafa ya consumada”, planteó Myriam Bregman.
Por su parte, el último gobierno peronista refrendó la estafa macrista en el Congreso, y continuó con las políticas de ajuste supervisadas por el FMI. Una vez más, pactaron que la fiesta de la fuga de capitales la pagaran los adultos mayores, y se recortaron fuertemente las partidas presupuestarias para Salud y Educación. El excandidato a presidente y exministro de Economía Segio Massa, coronó la estafa con una fuerte devaluación al final de su mandato.
La motosierra de Milei es la continuidad, en manos de la extrema derecha, de esta orientación de entrega para pagar una deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta. Y en lo que va de su mandato, el Gobierno logró el acompañamiento no solo del PRO y la UCR que le bancaron todas sus aventuras autoritarias y antipopulares, sino también de sectores del peronismo que se pusieron la peluca en más de una ocación.
Es necesario rechazar de plano este nuevo pacto con el Fondo Monetario Internacional. Y enfrentarlo con la lucha del pueblo trabajador y la más amplia movilización en las calles.