La situación de sequía, aunque todavía afecta de forma desigual en Andalucía, ha dado un gran giro en el último año, ya que la comunidad ha pasado, en apenas doce meses, de planificar que llegaran a sus puertos barcos con agua para el abastecimiento a desembalsar en diferentes pantanos de varias provincias.
Hace poco más de un año del acuerdo entre el presidente andaluz, Juanma Moreno, y la entonces vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, por el que se iba a cofinanciar la llegada de barcos con agua si era necesario. Doce meses después, se vigilan cauces y ríos crecidos, los embalses no paran de recibir agua y continúan los días de lluvia en la mayor parte de Andalucía.
La comunidad tiene ahora casi veinte puntos más de agua embalsada que hace un año, ya que se acerca a la mitad de su capacidad, cuando en marzo de 2024 estaba por debajo del 28 por ciento y se miraba con gran preocupación al verano, época en la que la región multiplica su población y que es clave en el aspecto económico por el turismo.
Las precipitaciones de final de marzo del año pasado, en Semana Santa, fueron el anticipo de lo que ha venido en el nuevo año hidrológico: dos danas en otoño y una sucesión de días de lluvia desde finales de febrero que se prevé que continúe durante marzo. El «alivio» de la pasada Semana Santa permitió evitar el escenario de restricciones fuertes en capitales como Sevilla, Málaga y Córdoba, así como en otras grandes ciudades del litoral, aunque sí hubo limitaciones más suaves durante el verano.
Reparto desigual de los recursos hídricos
A pesar de las lluvias acumuladas desde octubre, el reparto desigual impide que se pueda «salvar» la situación de sequía por el momento, ya que la zona Oriental de Andalucía cuenta con menos agua, según ha expresado el propio presidente de la Junta.
La última borrasca ha dejado abundante agua, aunque con grandes contrastes entre la zona oriental, con el embalse almeriense de Cuevas de Almanzora al 9,3 % de su capacidad, y la occidental, con el de Melonares (Sevilla) superando el 100%.
La lluvia ha motivado que los comités para analizar las restricciones se retrasen a finales de este mes de marzo o principios de abril, con un escenario de posible reducción de medidas. El Gobierno andaluz insiste en trasladar un mensaje de precaución, para no caer en la «relajación» y mantener la «responsabilidad» que lleva pidiendo sobre el gasto de agua.
Las provincias de Almería y Málaga siempre han sido las más afectadas por la sequía, pero la provincia malagueña ha registrado una gran recuperación de sus reservas desde octubre. En septiembre, el pantano del Guadalhorce de Málaga bajó al 9,3 por ciento de su capacidad, su nivel más bajo desde el inicio de la serie estadística en octubre de 1997, pero esta semana está ya al 22 por ciento. Sin embargo, Almería se mantiene en una grave situación, ya que sus dos pantanos están al 9,38 % de media.