La ciudad de Buenos Aires será escenario de la marcha de las antorchas, una concentración masiva de oración y apoyo al papa Francisco, quien atraviesa un grave cuadro de salud desde principios de febrero. Así lo confirmó su organizador, el dirigente social Juan Grabois, quien además recibió una carta de agradecimiento de parte de la santa sede, en el marco de la iniciativa mundial para pedir por la salud del sumo pontífice que atraviesa «un momento de fragilidad».
«Nuestro deber es pagar ese amor con amor«, consignó Grabois en relación a la marcha en honor a Francisco, pautada para este viernes a la noche en la capital federal.
La convocatoria, además de contar con la participación de fieles cristianos, se extendió a una amplia gama de sectores de la sociedad. Se espera la presencia de dirigentes de todos los espacios políticos, sociales y sindicales, incluidos representantes del oficialismo libertario. También asistirán estudiantes, trabajadores cooperativistas, vecinos de los barrios populares y representantes de distintas religiones y cultos. La Iglesia, en especial la Catedral, abrirá sus puertas para quienes deseen unirse a la oración por la pronta recuperación del Papa.
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Dónde y a qué hora es la marcha en honor al papa Francisco
El viernes 7 de marzo, a partir de las 20 horas se convocó a una marcha con velas y antorchas desde la intersección de la Avenida de Mayo y la Avenida 9 de Julio, hasta la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, ubicada en Plaza de Mayo. Allí, a las 21:30 horas, se llevará a cabo una oración en solidaridad con el Pontífice, quien se encuentra hospitalizado en Roma desde el 14 de febrero.
Grabois, uno de los impulsores más destacados de la convocatoria, compartió en sus redes sociales un mensaje de aliento en apoyo al papa Francisco. En su publicación, Grabois expresó: «Francisco realizó una obra de amor por nuestros pueblos, por nuestra hermana madre tierra, por todo lo que es noble, por todo lo que es frágil… ahora que él pasa un momento de fragilidad, nuestro deber es pagar ese amor con amor».
El dirigente social, que cultivó una estrecha relación con Francisco en los últimos años, consideró que en este momento de dificultad, la sociedad tiene el deber de devolver todo el amor y la dedicación que el Papa ha mostrado a lo largo de su pontificado. En paralelo, Grabois recibió una misiva oficial del Vaticano firmada por el Cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, quien le agradeció por su reciente viaje a Roma y su cercanía al Papa.
«Te agradecemos mucho por tu visita a Roma, por tu cercanía al Papa Francisco y por tu testimonio del Evangelio”. Además, agregó que el Pontífice se enteró de la presencia de Grabois en Roma y de sus vigilias de oración en el Hospital Gemelli, donde Francisco está siendo tratado. “Estoy seguro de que eso le dio verdadero consuelo y gran apoyo«, escribió el Cardenal.
Por otro lado,Vatican News desmintió una información que había circulado en diversos medios que afirmaba que Juan Grabois había intentado ingresar por la fuerza a la habitación del Papa en el Hospital Gemelli. En su publicación, el Vaticano aclaró: «En los últimos días estuvo en Roma y llegó hasta el hospital donde está ingresado Francisco para orar por él y para entregar una carta dirigida al Papa. Así, la supuesta noticia de que Grabois habría intentado entrar por la fuerza en la habitación del Pontífice no se corresponde con la verdad”. Esta aclaración fue un golpe a las falsas informaciones que circularon sobre el dirigente argentino.
El cardenal Czerny, agregó al respecto en su misiva que Francisco «supo de la presencia» de Grabois en Roma. «Estoy seguro que le dio verdadero consuelo y gran apoyo». Además, cuestionó las «versiones infundadas» que circularon en algunos medios de comunicación sobre «supuestos comportamientos inapropiados en el hospital».
El papa Francisco, que se encuentra hospitalizado desde el 14 de febrero, permanece bajo una situación «compleja» pero «estable»en términos médicos, según el último parte médico difundido por la oficina de prensa del Vaticano este viernes. El Papa, quien ingresó al Hospital Gemelli de Roma por una bronquitis que derivó en una doble neumonía, experimentó altibajos en su salud que provocaron alarma a nivel mundial, no solo entre los fieles cristianos sino a nivel político. La última recaída tuvo lugar el lunes pasado, cuando sufrió «dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda». Sin embargo, desde entonces, el Vaticano aseguró que su condición se ha mantenido estable.
La misma oficina de prensa del Vaticano también difundió un breve mensaje de audio del Papa, en el que agradeció a los fieles por sus oraciones. Con voz cansada y respiración entrecortada, Francisco expresó en español: «Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la Plaza, los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias», dijo el Papa con su voz convaleciente. Este gesto fue un indicio de la «estabilidad» que se ha observado en los últimos días, aunque el pronóstico del sumo pontífice sigue siendo reservado.
Con la voz cansada, el papa Francisco agradeció: «Que Dios los bendiga y que la Virgen los ayude»
El último parte médico del papa Francisco
Según fuentes cercanas al Papa, este viernes alternó entre momentos de descanso, fisioterapia respiratoria y oración. En la mañana, pasó 20 minutos en la capilla, mientras que en la noche, utilizó una mascarilla de oxígeno para ayudar a su respiración. Durante el día, también emplea cánulas nasales de alto flujo para asistir a su respiración. A pesar de su situación, el Papa continúa realizando algunos trabajos livianos, según informaron desde el Vaticano.
Esta es la cuarta vez que el papa Francisco es hospitalizado desde 2021, y se trata de su internación más prolongada hasta la fecha. La situación generó preocupación, especialmente debido a los problemas de salud que ya había padecido anteriormente, como varias operaciones en el colon y el abdomen, así como dificultades para caminar. En paralelo, la salud del obispo de Roma suscitó el debate sobre su capacidad para desempeñar sus funciones, considerando que el derecho canónico no contempla un protocolo específico en caso de que un Papa enfrente un problema grave que afecte su lucidez o capacidad para ejercer su pontificado.
A pesar de las dificultades, Francisco ha sido claro en cuanto a su intención de no renunciar, algo que su predecesor, Benedicto XVI, hizo en 2013 debido a problemas de salud. El Papa argentino, a sus 88 años, sigue comprometido con su labor, tal como demostró con sus actividades durante su última estadía en el hospital. Sin embargo, los últimos acontecimientos pusieron en jaque su capacidad para liderar a la Iglesia católica en un contexto desafiante.
CD / Gi