InicioPolíticaA propósito del discurso de CFK sobre Educación

A propósito del discurso de CFK sobre Educación


Una primera respuesta desde la izquierda.

Domingo 23 de marzo 19:36

Escuchá esta nota

Mientras Milei continúa su política de ajuste sobre la clase trabajadora en general y la educación pública en particular, empobreciendo –junto a los gobernadores- a la docencia de todo el país y atacándola cada vez que puede, la presidenta del PJ nacional, Cristina F. de Kirchner “disertó” ayer en un “primer” (¿?) “congreso educativo nacional”. Frente a un público obsecuente y aplaudidor y con la ausencia de referentes de peso del campo de la educación, expuso sus ideas de sentido común para la educación (ideas que aplaudirían, de igual manera, los secuaces del PRO y aliados de Milei y que, de hecho, son parte de sus plataformas). Veamos:

  •   Reconoció las desigualdades presupuestarias entre provincias para sostener la educación, pero nada dijo respecto de que en sus 16 años y medio en el gobierno nacional (no 12 y medio como recorta arbitrariamente, despegándose de “la jugada magistral” que colocó a Alberto Fernández de presidente) no las revirtió estructuralmente (pese al desarrollo de políticas que buscaron atenuarlas). Básicamente, para quien no conoce del tema, el 75% (en promedio) del presupuesto educativo está a cargo de las provincias y así también fue durante sus tres gobiernos.
  •   Celebró que sus maestras de la primaria –en cuya descripción se detuvo en cuestiones banales como aspectos corporales y estéticos- fueran titulares y no suplentes, haciéndose eco de la queja sobre el ausentismo docente y sin una mínima alusión ni reflexión sobre sus causas: bajos salarios, largas jornadas de trabajo, sobreempleo, situaciones explosivas en las escuelas en términos sociales… Así, refrendó su idea vetusta y equivocada –que expresó en aquella apertura de sesiones del Congreso de 2012- de que los docentes tienen 3 meses de vacaciones y trabajan 4 horas, soslayando deliberadamente la fuerte precarización de las condiciones reales de trabajo de la docencia.
  •   A propósito de esto último y en consonancia con gobernadores de la Alianza Cambiemos y de peronistas de la década del ’90, recomendó aplicar políticas de premio al presentismo, nuevamente omitiendo deliberadamente las responsabilidades estatales para generar condiciones que reviertan las causas del ausentismo. Dijo: “premiar el esfuerzo, nada más peronista…”
  •   Sugirió las resistencias para pensar la formación de docentes –sin dar mayores detalles- y la necesidad de desarrollar políticas de evaluación y carrera docente, en línea con quienes piensan que evaluando a los docentes se resuelven –casi milagrosamente- los problemas del sistema educativo y en una nueva versión de la responsabilización en la docencia de los males de la educación. En el camino, demostró desconocer información básica sobre salarios de cargos directivos y docentes planteando que los primeros ganan significativamente más que los segundos.
  •   Planteó que “necesitamos que el sistema científico se meta en el colegio secundario, conjuntamente con las empresas privadas” y llegó a proponer una de las salidas más conservadoras para la educación y reproductoras de las desigualdades sociales: la conformación de un sistema dual con un secundario para los que siguen estudios universitarios y otro para quienes deben salir a trabajar.
  •   Dijo expresamente que “la CONEAU logró que la universidad argentina fuera un ejemplo y fuera defendida en la calle”, revindicando al organismo emblema de las políticas neoliberales del gobierno de Menem para la educación superior y falseando la realidad. Claramente las virtudes de las Universidades Nacionales argentinas no son gracias a la CONEAU, muy por el contrario.
  •   Realizó un recorrido sesgado de las políticas educativas de la etapa 2003-2015 (nuevamente omitiendo el gobierno presidido por Alberto Fernández) detallando los logros (equipamiento, financiamiento, becas, AUH, programas nacionales, acompañamiento presupuestario a las provincias, obligatoriedad de la sala de 4 y del secundario, creación de nuevas Universidades Nacionales, etc.) y omitiendo todo lo NO realizado. Un simple ejemplo de ello es su propuesta de establecer hoy escuelas de jornadas completas en los “sectores más vulnerables”. Hola, ¿qué tal?: justamente fue una de las medidas de mayor incumplimiento de sus gobiernos, establecida en la Ley de Financiamiento Educativo de 2005. Se dio cuenta de golpe de que a los chicos “se los está llevando el narco” y de que algo hay que hacer con eso.
  •   Revindicó la alianza de las escuelas con las organizaciones no gubernamentales, el “tejido comunitario”, cara premisa del neoliberalismo y neoconservadorismo, romantizando a las organizaciones y desconociendo los grandes debates respecto del tema y de cómo se encubre, por esa vía, la desresponsabilización del Estado de sus tareas fundamentales.
  •   Reivindicó el papel de la educación en la movilidad social, poniéndose de ejemplo como hija de un “colectivero” y trayendo al presente un ejemplo de décadas atrás, desconociendo características estructurales del capitalismo y sus fases en Argentina.
  •   Llamó tardíamente a reformular un “nuevo Estado” y a asumir los problemas, luego de años en los que desde su frente político se obturó cualquier crítica con el cantito de que, quienes lo hacíamos, “le hacíamos el juego a la derecha”. Bueno… ya vimos quién realmente le hizo el juego a la ultra-derecha y nos llevó al gobierno de Milei…
  •   Omitió cualquier mención a los sindicatos docentes, especialmente CTERA, que se alineó con cada una de sus políticas, pero ahora se encuentra en la fracción de Kicillof.

    Todo ello, en una situación que definió como de “descomposición institucional de los tres poderes del Estado en un marco grave de la economía argentina” y sin reconocimiento alguno del papel que jugó el peronismo en las últimas décadas y, en los años más recientes, del jugado por el gobierno que conformó junto a Alberto Fernández y Massa.

    En una Argentina empobrecida y desigual, urge impulsar un debate profundo respecto de la situación de nuestro país y de la educación que permita, de mínima, caracterizar cómo se llegó hasta aquí y plantear un programa realmente superador desde la clase obrera.

  • M. Betania Oreja Cerruti

    Profesora adjunta de Política educacional en la Universidad Nacional de Luján y docente del Instituto Superior de Formación Docente N° 36 de la Provincia de Buenos Aires. Congresal de SUTEBA (seccional José C. Paz) por la lista Multicolor.

    Más noticias
    Noticias Relacionadas