Desde la tranquila localidad de Martínez, en Buenos Aires, a cuadras de una de las casas más importantes de la historieta argentina, los Estudios Ronda han sido testigos del nacimiento y los saltos evolutivos de uno de los proyectos más esperados del audiovisual: El Eternauta. Allí, la serie basada en la mítica historieta cobró vida y generó avances nuevos a nivel internacional, con un despliegue de detalles que van desde el típico traje del personajes hasta escenarios virtuales diseñados especialmente y filmados como nunca antes para la adaptación del clásico de aventuras y ciencia ficción de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.
La serie de seis episodios se estrenará en Netflix el 30 de abril, y, a pesar de que el proyecto se gestó durante años, se reciente tráiler confirma que todos quieren ver qué sucede con Ricardo Darín en el rol de Juan Salvo. Matías Mosteirín, productor ejecutivo y uno de los nombres fundamentales de la productora K&S, explica que la transición de largometraje a serie fue clave para lograr que la trama cobrará vida de manera adecuada: “El reto era adaptarlo a una estructura episódica, ya que la historia posee una complejidad difícil de comprimir en un solo acto”. La serie que crea y dirige Bruno Stagnaro no solo se destaca por su trama, sino también por su impresionante diseño visual: no hay nadie en este set que no esté enamorado de lo que esté haciendo. La creación de un mundo sumido en la mítica nieve tóxica fue tan solo uno de los mayores retos para los diseñadores de arte, quienes trabajaron con una amplia variedad de referencias, desde documentales sobre la vida en alta montaña hasta la obra de fotógrafos y pintores que capturan una atmósfera única. El resultado es un Buenos Aires transformado, cubierto por una capa de nieve que altera por completo su paisaje, creando una atmósfera de claustrofobia y desesperanza. La iluminación y el uso de la nieve fueron elementos clave en la estética de la serie, ya que la nieve no solo funciona como un elemento visual, sino también como un símbolo de la amenaza que acecha a la humanidad. Es impresionante ver rincones clásicos de cotidianos nevados, llenos de muerte, desesperanzados. La serie logró desde el diseño y sus efectos construír imágenes nuevas para la ficción argentina, imágenes con un peso emocional, con ganas de contar y sorprender. No hay paso dado por este equipo que no haya sido meditado. En cuanto al aspecto visual de la serie, los directores de arte, María Battaglia y Julián Romera, destacaron la importancia de la nieve y la luz como elementos esenciales para recrear la atmósfera de la historia. “Queríamos que la serie mantuviera una conexión directa con la realidad de Buenos Aires, pero añadiendo el toque sobrenatural que caracteriza al cómic”, comentó Battaglia, mientras que Romera agregó: “Cada escenario fue diseñado para no solo ser fiel al cómic, sino para darle una nueva vida a la ciudad”.
EL AMOR AL ORIGINAL. Para los realizadores, la serie representa más que una mera adaptación de la historieta publicada por primera vez en 1957. En un mundo donde la ciencia ficción es difícil de abordar, El Eternauta presenta una oportunidad única de llevar la narrativa argentina a una nueva dimensión. Enamorado del relato original, el gigante Bruno Stagnaro, creador y director de la serie, señala que, aunque la historia se inspira en el cómic, “la cronología original se flexibiliza para encajar en una versión más contemporánea y cercana al presente”.
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La adaptación de Juan Salvo a la pantalla implica un desafío especial, ya que el personaje es un hombre común que, ante la catástrofe, se ve obligado a convertirse en un líder y luchador. El famoso héroe comunal, que no se salva solo. Ricardo Darín fue el elegido. Para el director Stagnaro, lo fascinante de El Eternauta es “la historia de un grupo de personas normales que se ven envueltas en una situación extraordinaria, luchando por sobrevivir y encontrar una solución a un problema que parece insuperable”. La serie hace hincapié en la importancia de la solidaridad, la amistad y la lucha colectiva en tiempos de crisis.
El proceso de creación del personaje también fue complicado, ya que en la historia original, Juan Salvo es un hombre joven y físicamente activo, mientras que Darín es un actor mayor. Sin embargo, Stagnaro y su equipo encontraron una manera de abordar este desafío, construyendo “un personaje más maduro que, a través de sus experiencias pasadas, redescubre una habilidad olvidada para manejar armas y enfrentar peligros. Esta perspectiva ofreció una nueva dimensión al personaje, que se ve obligado a revivir un pasado que creía superado, mientras lucha por salvar a la humanidad”. Ricardo Darín, en el papel de Juan Salvo, encarna a un hombre común que, tras sobrevivir a la caída de una nevada tóxica en Buenos Aires, se enfrenta a una amenaza extraterrestre. “Lo que queríamos hacer con Darín es mostrar la vulnerabilidad de un hombre que, sin ser un héroe tradicional, se ve impulsado a actuar en situaciones extremas”, agrega Stagnaro, suma: “La experiencia de Ricardo aporta una nueva capa al personaje, especialmente en términos de su relación con el uso de las armas, que adquiere otro sentido en la actualidad”.
EL TRABAJO. La producción, que arrancó en mayo de 2023, se realizó en más de 35 escenarios reales y 25 virtuales, un esfuerzo titánico para darle vida a un relato tan cargado de simbolismo y contexto social. En cada detalle del rodaje, desde la nevada letal hasta las intensas escenas de acción, se reflejó el espíritu del cómic de Oesterheld y Solano López, aunque con un enfoque más moderno. “Lo que buscamos fue mantener la esencia de la obra, pero adaptarla para una audiencia actual”, asegura Stagnaro.
LA IDENTIDAD ARGENTINA. Según Matías Mosteirín, El Eternauta se conecta profundamente con la identidad argentina: “Es una historia que refleja esa capacidad de lucha y supervivencia tan propia de nuestra cultura. El grupo de personajes tiene que lidiar con una situación extrema usando los recursos que tienen a su disposición, enfrentándose a algo mucho más grande que ellos”. Esta temática, que ya fue esencial en la historieta, se adapta perfectamente a los tiempos modernos, con una narrativa sobre la lucha contra la adversidad. El Eternauta también marca un hito en la producción de ciencia ficción en Argentina. Como señaló Francisco Ramos, vicepresidente de contenidos de Netflix para América Latina, “la serie inaugura una nueva forma de contar ciencia ficción desde una perspectiva argentina, sin caer en la traslación de códigos ajenos. Esta es una obra que refleja la mirada única de la región y tiene un potencial enorme para impulsar la industria audiovisual local”. La serie no solo destaca por su calidad artística, sino también por su capacidad para posicionar a los técnicos y artistas argentinos en el centro de la industria internacional en un momento donde el gobierno nacional le da la espalda a la creación. El vicepresidente de Contenidos de Netflix para América Latina, Francisco Ramos, resalta el impacto que tendrá la serie en la industria argentina. “No existe una tradición de ciencia ficción en la región como en otros países. Esta serie marca un antes y un después en la forma de contar historias de ciencia ficción en el contexto latinoamericano”.
Esta adaptación de El Eternauta se presenta como una de las producciones más ambiciosas de Netflix en América Latina, y está destinada a dejar una marca en la historia del cine y la televisión de la región. Con una narrativa que combina ciencia ficción, supervivencia y drama humano, la serie logra captar el espíritu de la obra original, a la vez que se adapta a los tiempos modernos. A través de la mirada de Stagnaro, Darín y todo el equipo de producción, El Eternauta promete ser un hito en la televisión argentina y un referente para futuras adaptaciones de cómics y novelas gráficas.