Han pasado ya 25 años de la muerte de Mirko Saric, pero sigue doliendo como en aquel 2000. El 4 de abril de ese año, el futbolista que jugaba en San Lorenzo tomó la decisión de quitarse la vida.
La noticia sorprendió al ámbito local, principalmente porque se trataba de un chico de 21 años. El caso no solo dejó una huella en el fútbol nacional, sino que ayudó a que se comience a prestar atención a la salud mental de los deportistas.
La historia de Mirko Saric
Saric debutó en el fútbol profesional en San Lorenzo con 18 años ante Unión el 22 de diciembre de 1996. Desde ese entonces, el volante se adaptó y convirtió en pieza clave del esquema del entrenador de aquel entonces, Oscar Ruggeri.
mirko saric
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En total disputó 47 partidos -40 en Primera División y 7 en competencias internacionales-, en los que anotó seis goles. Sin embargo, un día fue hablarle a Ruggeri para expresar cómo se sentía: «No le encuentro sentido a la vida».
Si bien el entrenador ayudó a mejorar la situación, Saric estaba sumido en una profunda depresión, que fue al principio atribuida a una lesión en los ligamentos cruzados. Sin embargo, en 2020 los padres del jugador revelaron que él se había enterado a través de una prueba de ADN que el hijo que había tenido con su pareja no era suyo.
Otros casos de suicidio por depresión en el fútbol argentino
El de Saric no es el único caso de suicido por depresión en el fútbol argentino. Algunos que resonaron mucho fueron los fallecimientos del uruguayo Santiago «Morro» García a los 32 años, en 2020, y la de Julio César Toresani, a los 51 años, en 2019.
En el mismo año que Toresani también se suicidaron Claudio Apud y César Borda. Un poco más atrás en el tiempo, en 1994 Alberto Vivalda, exarquero de River y Racing, a los 37 años se arrojó a las vías de un tren en Vicente López.
Otras muertes que lamentó el fútbol argentino fueron la de Sergio Schulmeister en 2003, el arquero Mariano Gutiérrez en 2008 y Héctor Larroque, cuando era entrenador de arqueros en Laferrere a los 39 años.