En toda historia de amor y desamor hay, al menos, dos versiones, dos puntos de vista. Y en las últimas horas, Sebastián Graviotto, el ex marido de Juana Repetto, decidió hacer sonar su campana, a días de que saliera a la luz que se habían separado tras unas fallidas vacaciones familiares en Brasil.
La primera en romper el silencio fue Juana, quien de inmediato habló con Ángel de Brito al enterarse de que en LAM habían dado la primicia. La hija de Nico Repetto, sobre todo, se mostró muy insistente a la hora de dejar en claro que no quería quedar como que la habían «dejado» ni «abandonado».
“No quiero entrar en detalles de la situación, pero está medio país dándome el pésame como si estuviera llorando, destruida. No es real, así que lo primero que me salió fue decirles eso y, ahora, quiero decirles que estoy bien”, dijo la actriz. Y mientras circulaban versiones sobre infidelidad, quien habló fue Graviotto.
El instructor de esquí aclaró que hablaba por la cantidad de mensajes que estaba recibiendo. “Quería contar un poquito que fue una decisión tomada en conjunto», arrancó Sebastián, antes de insistir que de su parte siempre hubo intención de continuar remando la relación, pero que fue Juana quien no quiso.
«Yo quería seguir intentándolo, no renunciar al trabajo que hay que hacer para poder seguir con la familia, con los proyectos. Ella considera que no, que ya está y está bien, y le agradezco, porque no es fácil”, agregó. A continuación, Sebastián Graviotto indicó que sus intenciones “no alcanzaron”.
“Lo que pase en el futuro no lo pienso tanto. Trato de estar bien para mí, para mi familia, para mis hijos», añadió, y cerró su video refiriéndose a cómo vive este presente sin Juana: “La verdad es que estoy triste, pero trato de tomarme la vida de manera positiva, por más que por dentro esté un poco roto. No creo que me vean roto, tirado llorando en un lado, es mi forma de ser y me parece que ese es el camino».