No debería sorprender, porque el reclamo de bajar las retenciones al campo de manera gradual hasta eliminarlas es una posición histórica del PJ cordobés. Pero el proyecto presentado por dos diputados nacionales que responden al gobernador Martín Llaryora es otra señal política de distanciamiento del Gobierno de Córdoba con la Casa Rosada.
Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres son los dos legisladores cordobeses que presentaron un proyecto para tratar de impedir que el presidente Javier Milei cumpla con su amenaza de volver a subir las retenciones al sector agropecuario.
En realidad, se trata de volver al esquema anterior que regía hasta el decreto presidencial 38/25, que bajó las retenciones para los principales cereales que se producen en Córdoba: soja, trigo, maíz y girasol.
El problema mayor para la gestión libertaria es que la iniciativa que impulsan los dos peronistas cordobeses apunta a que el Gobierno nacional sólo podría modificar por ley el sistema de retenciones. Sería un modo de evitar para siempre la discrecionalidad del presidente de turno.
Si bien este año se modificará la actual conformación del Congreso, con el resultado de las próximas elecciones del 26 de octubre, de aprobarse este proyecto de los diputados que responden al gobernador Llaryora, Milei no tendrá chances de modificar en lo inmediato los porcentajes de quita que se aplican a las exportaciones del campo.
Esta propuesta, y otras que fueron presentadas en el Congreso, surgieron de bloques dialoguistas, como el radicalismo y Encuentro Federal, al que pertenecen los diputados llaryoristas, por lo cual los libertarios no podrían impedir la media sanción en la Cámara Baja. Y se sabe que en el Senado el kirchnerismo aprobará cualquier proyecto que afecte la caja del gobierno libertario. En otras palabras: si pasa por Diputados, la sanción estaría asegurada en la Cámara Alta.
De aprobarse la norma, el Presidente debería volver a recurrir a un veto. No obstante, ambas cámaras contarían con la mayoría simple para rechazar la objeción presidencial.
En este caso, los dialoguistas no volverían a salvar a Milei como lo hicieron el año pasado con la ley que aumentaba las jubilaciones y la que ampliaba el presupuesto universitario, que finalmente cayeron por vetos presidenciales, con la venia de los bloques dialoguistas.
Distanciamiento
Está dicho que el PJ cordobés nunca abandonó el reclamo en contra de las retenciones al campo.
Llaryora se encargó de tomar la bandera que en su momento enarbolaron sus antecesores peronistas, José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti. Y, otra vez, el gobernador no dudó en marcar diferencias con el Gobierno nacional.
Es probable que los libertarios no oculten su enojo por esta nueva estocada de los diputados que responden al gobernador cordobés.
La semana pasada, fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien se encargó de difundir la bronca de los hermanos Milei por la decisión de los diputados llaryoristas de dar cuórum a la sesión que terminó aprobando una comisión investigadora sobre el escándalo por la criptomoneda $Libra, que involucra al presidente de la Nación y a la hermana de este, la todopoderosa secretaria General de la Presidencia.
Durante la votación, salvo Natalia de la Sota, los otros cuatro diputados llaryoristas votaron en contra de la creación de la comisión investigadora.
No obstante, los libertarios tenían claro que el cuórum (se logró de manera ajustada con 130 diputados sentados, uno más de lo imprescindible para iniciar la sesión) era el único medio para impedir esta comisión, en la cual tendrán que concurrir a declarar algunos funcionarios nacionales, entre ellos, el propio jefe de Gabinete.
Los diputados y los funcionarios llaryoristas argumentaron que no podía evitar el cuórum en aquella sesión, porque se tratarían además dos proyectos de gran interés para Córdoba: el de reforma del sistema previsional, presentado por Alejandra Torres, y el de mantenimiento de las rutas interprovinciales por parte de Vialidad Nacional.
Las explicaciones no convencieron a los libertarios. El propio Francos no disimuló su molestia por la postura de los diputados llaryoristas.
“Me sorprende que los diputados del PJ cordobés hayan votado junto al kirchnerismo”, expresó el jefe de Gabinete, apuntándole al cordobesismo donde más le duele: pegarlo al kirchnerismo.
Encuestas y urnas
Ahora, los diputados del PJ cordobés tienen un argumento atendible: siempre estuvieron en contra de las retenciones y rechazarán volver al viejo esquema impositivo.
Tampoco sorprenderá que legisladores oficialistas, como el cordobés Gabriel Bornoroni, presidente del bloque libertario en la Cámara de Diputados, recuerden que el gobernador Llaryora aumentó fuertemente el Inmobiliario Rural, lo que generó reclamos de muchos productores agropecuarios, aunque llamativamente no de la Mesa de Enlace provincial, de muy buen diálogo con el Centro Cívico.
Llaryora no interrumpirá su relación “institucional” con la Nación. De todos modos, tampoco disimulará sus diferencias con los libertarios de cara a los comicios legislativos del 26 de octubre.
En el Centro Cívico tienen encuestas que marcan que el escándalo cripto fue la primera estocada que hirió políticamente a Milei en Córdoba.
Tal vez no sean los 17 puntos de descenso en el nivel de adhesión del Presidente entre los cordobeses, como marcó una consultora contratada por la Provincia, pero todos los sondeos de opinión coinciden en que aquella polémica afectó al Presidente en una de las provincias que más lo votaron en el balotaje de 2023.
Así como Milei asegura que él acelera en las curvas, sin decirlo el gobernador apretó el acelerador para tomar distancia de la gestión libertaria, pensando en las urnas de octubre.