Un nuevo ciclo, una nueva era. En 2026 la Fórmula 1 estrenará otra normativa, y la Federación Internacional del Automóvil (FIA) presentó el miércoles los cambios a los tres aspectos que más se modificarán: el peso, el tamaño y el Drag Reduction System (DRS). El aumento de la potencia eléctrica para equiparar en porcentaje a la combustión interna de los motores es la cuarta variante que se impondrá, y resulta una continuidad de la tarea que empezó dos años atrás, con la reglamentación técnica de las unidades de potencia, que empujó la decisión de Audi de ser un nuevo jugador en la categoría y la de Ford de reingresar. El viernes 28 de junio, en una reunión del Consejo Mundial del Deporte Motor de la FIA, se ratificará el nuevo reglamento, que entrará en vigencia 18 meses después.
En las horas previas al Gran Premio de Canadá, la novena estación del calendario, que se desarrollará el fin de semana, la FIA ofreció detalles del nuevo concepto y de hacia dónde se dirige la Fórmula 1. “Revolución moderada”, calificó Nikolas Tombazis, director de la institución, al trabajo que se realizó durante tres meses. “Autos más ligeros, rápidos y ágiles, pero que mantengan la vanguardia en tecnología. Con más potencia y más definidos para mostrar las habilidades de los pilotos, y así aumentar la competencia entre los equipos y mejorar el espectáculo”, apuntó el ingeniero y diseñador griego que se desempeñó en algunas escuderías, como Ferrari y McLaren.
El peso de los autos se reducirá 30 kilos y pasará a ser de 768. Veinte años atrás, cuando Michael Schumacher logró su séptima corona, la quinta con Ferrari, los monoplazas pesaban 605 kilos. También el tamaño quedará afectado, porque la distancia entre ejes será más corta, al pasar de 3600 milímetros a 3400, y el ancho disminuirá 100 milímetros, de 2000 a 1900. La altura máxima sobre el suelo se achicará 150 milímetros y el piso del monoplaza será parcialmente plano y perderá relevancia el efecto suelo, producto de un difusor de menor potencia. “Se reducirá el efecto suelo y los autos no dependerán tanto de utilizar configuraciones bajas y ultrarrígidas”, expresó Tombazis. También la anchura de los neumáticos sufrirá alteraciones: los delanteros disminuirán 25 milímetros, y 30 los traseros. Pero se mantendrán las 18 pulgadas de diámetro de las llantas.
“Más liviano, más chico, más ágil”
Los niveles de carga aerodinámica del chasis serán reseñables. Esa carga será reducida un 30%, y la resistencia, un 55%. La aerodinámica activa será esencia en el reto de lograr un uso más eficiente de la energía eléctrica de la unidad de potencia, y por esa razón los alerones delanteros y traseros cambiarán su configuración en rectas y curvas. El “modo Z” será la posición estándar, de mucha carga aerodinámica, por utilizar en las curvas, y el “modo X” será de baja carga y se lo empleará en las rectas, para adquirir mayor velocidad de punta.
La idea es que su uso sea diferente al del actualmente DRS, que se activa en zonas del circuito delimitadas por la FIA y cuando el auto perseguidor está a menos de un segundo del de adelante. “Con el coche de 2026 daremos a los pilotos la posibilidad de cambiar entre los modos de alta carga aerodinámica y baja resistencia, independientemente de la diferencia entre ellos. Se podrá cambiar a un modo de baja carga para mejorar el rendimiento en las rectas, donde no tienen limitaciones de agarre”, explicó Jason Somerville, jefe de aerodinámica de la FIA. El director técnico Jan Monchaux agregó: “Con el DRS el segundo de distancia es marcado en una casilla y se permite abrir el dispositivo en línea recta. La lógica será la misma, pero la cantidad extra de energía podrá ser desplegada de la manera que se quiera”. El nuevo sistema se llamará “Manual Override Mode”.
Los nuevos alerones traseros activos constarán de tres elementos, mientras que el delantero, que será 100 milímetros más estrecho que el actual, tendrá un flap activo de dos elementos. Ambos trabajarán en conjunto para garantizar autos equilibrados, cualquiera sea el modo que se encuentre activado.
La seguridad sigue siendo una cuestión determinante en la concepción de los autos de F. 1 y rumbo a 2026 se intenta dar mayor protección a los pilotos. Los monoplazas tendrá una nueva estructura frontal de dos planos y se aumentará la protección lateral contra intrusiones. La barra antivuelco deberá soportar 20G (20 veces el equivalente a la fuerza de gravedad), cuatro G más que en la actualidad.
El 2 de enero de 2025 los equipos tendrán vía libre para empezar a diseñar y desarrollar los nuevos vehículos. Dos años atrás, Red Bull Racing, con el ingeniero Adrian Newey, marcó el camino y la escudería de Milton Keynes lidera en las pistas con sus modelos y ofrece alas a Max Verstappen para las victorias y las consagraciones. Otra era se pondrá en marcha, y con ella se renovarán las expectativas en la Fórmula 1.
LA NACION