Mientras disputaba los octavos de final del torneo de Queen’s Club ante el australiano Jordi Thompson, Andy Murray sufrió una molestia en su cadera y en su rodilla derecha y debió abandonar el partido durante el quinto juego del primer set. El tenista arrastra una rotura de ligamentos del tobillo en marzo y está en duda para participar de Wimbledon, que comienza el 1° de julio, certamen que ganó en dos oportunidades.
Tal como informó AFP, el escocés de 37 años iba perdiendo por 4 a 1 en el primer set, cuando se vio obligado a abandonar la competición, la cual logró conquistar en cinco ocasiones. El deportista ya había reflejado síntomas de dolencias el martes durante el enfrentamiento ante el australiano Alexei Popyrin en la primera ronda del torneo.
Por su parte, Murray está atravesando un 2024 con muchas lesiones: la molestia que lo obligó a abandonar el torneo de Queen’s Club se le suma a la rotura de ligamentos del tobillo que sufrió a finales de marzo durante el Masters 1000 de Miami, la cual lo alejó de las canchas por dos meses. Además, el tenista había anunciado a comienzos de año que esta sería su última temporada en activo.
Dentro de su vitrina, Andy Murray acumula tres Grand Slam (US Open 2012, Wimbledon 2013 y Wimbledon 2016) y dos campeonatos olímpicos (Londres 2012 y Río de Janeiro 2016). A su vez, el domingo señaló “no estar seguro al 100%” de participar en París 2024, en lo que serían los quintos Juegos Olímpicos de su carrera.
A principios de año, Andy Murray había anunciado que 2024 sería su última temporada en activo, sin embargo, no contaba con que iba a sufrir dos lesiones fuertes en menos de dos meses. Por ese motivo, la rotura de ligamentos le hizo pensar en recuperarse para volver a competir, pero también en “desear que llegue el final” de su carrera.
“Sufrí una rotura completa del talofibular anterior y una casi total del calcaneofibular. Veré a un especialista en tobillos para determinar mis próximos pasos. Estaré afuera por largo período. Pero volveré con una sola cadera y sin ligamentos en el tobillo cuando sea el momento adecuado”, había expresado el escocés en sus redes sociales personales y añadió: “Estoy deseando que llegue el final, dar lo mejor de mí en los próximos meses y luego poder estar más tiempo en casa con mi familia”.
En el último tramo de su carrera, el tenista de 37 años viene sufriendo demasiadas lesiones que lo obligan a replantearse la idea de continuar. La primera de todas llegó en 2019, cuando una molestia en su cintura lo dejó fuera de las canchas por seis meses.
LA NACION