En la Cámara del Crimen de Río Tercero, comenzó este lunes el juicio que tiene al policía Luciano Carnero como imputado de homicidio simple con exceso en el legítimo ejercicio del cargo. La causa remite al operativo policial en el que falleció Lucas Funes, de 23 años, en la mañana del 14 de diciembre de 2012, en Río Tercero.
Si la Justicia encuentra culpable a Carnero, se prevé una pena de uno a cinco años de prisión e inhabilitación especial de cinco a 10 años. El uniformado llegó al juicio en libertad y está en función pasiva dentro de la fuerza.
En aquel operativo policial, hubo una balacera en una persecución tras una denuncia de un robo en barrio Monte Grande. La Policía informó tras el hecho que hubo intercambio de disparos.
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Carnero había sido sobreseído por la instrucción en los Tribunales de Río Tercero.
Luego, tras una serie de presentaciones judiciales, la causa fue derivada a los Tribunales de Villa María. Finalmente, la elevación a juicio con la imputación de homicidio por exceso quedó firme en la cámara de Villa María.
Testimonios en la sala
En la primera audiencia del juicio, declararon varios policías que confirmaron la versión inicial de Carnero: que había dado la voz de alto a Funes, quien habría estado involucrado en un robo sobre la avenida General Savio y que por eso se lo perseguía. Eso también figura en el expediente judicial.
En esa persecución, Carnero disparó con cinco proyectiles de goma (de una escopeta) y luego efectuó dos disparos ya con la pistola reglamentaria 9 milímetros. Uno de esos balazos impactó en la cabeza de Funes y terminó siendo mortal.
Si bien Carnero se abstuvo de declarar en la primera audiencia, en la investigación había detallado que se bajó del móvil mientras tomaba “la escopeta calibre 12/70 con sólo cinco cartuchos antitumulto, mirando los domicilios, yendo y viniendo por la cuadra para ver si salía alguien”.
A los 10 minutos –según el relato de Carnero–, observó “el bulto de una persona arriba de un techo que se aparece de golpe”, y continuó: “Me efectúa un disparo con el arma, haciéndolo desde el techo. Al pasar el proyectil cerca de mi cabeza, quedé shockeado por el zumbido que me produjo en el oído. Cuando reaccioné, este sujeto saltó del techo hacia la vereda y ahí le doy la voz de alto nuevamente. Me dispara de vuelta con su arma a una distancia de 10 metros aproximadamente y sale corriendo”, expresó en su momento.
Aseguró además en aquella oportunidad: “Mientras le daba la voz de alto, me disparaba de costado y yo repelía la acción con la escopeta antitumulto (…). Mientras huía contabilicé que me disparó cuatro proyectiles y yo repelí su accionar con el disparo de cinco cartuchos, que eran los únicos que tenía (…), tratando de mantener siempre la distancia de 10 metros para preservar tanto su integridad física como la mía”, sostuvo.
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En el debate se incorporaron pruebas que figuran en el expediente, como una reconstrucción virtual y la exhumación del cadáver para una nueva autopsia.
El resultado de la muerte concluyó, desde el primer momento, en que se trató de un disparo con un arma 9 milímetros, directo a la cabeza de Funes.
Establecer las circunstancias
Lo que se trata de establecer en este juicio son las circunstancias que rodearon a este procedimiento para conocer si Carnero actuó conforme a derecho o no, en el marco de sus funciones. Es decir, determinar si actuó dentro de los límites dados por la ley o si hubo un exceso o si fue algo más.
A todo esto, la familia de Lucas Funes ha venido denunciando que se trató de “un asesinato a quemarropa” y remarcan que “lo mataron por la espalda”.
La familia de Lucas, junto con otros grupos que apoyaron su reclamo, en numerosas oportunidades plantearon en marchas y protestas frente a Tribunales que ese caso “no debe quedar bajo el manto de la impunidad”. Insisten en que se trató de un caso de “gatillo fácil” policial.
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La muerte de Funes forma parte de los casos incluidos en la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, que se moviliza desde 2014 en todo el país para denunciar la letalidad de violencias ejercidas por las fuerzas de seguridad estatales.
La próxima semana continuarán los alegatos. Luego se conocerá la sentencia del tribunal integrado por los camaristas Marcelo Ramognino, Guarania Barbero y José Argüello.