Toda la escena fue fuerte. Su caída, la cara de preocupación, la incertidumbre por no saber exactamente qué había sucedido, su esfuerzo por sostenerse en el juego, desplomarse solo, las lágrimas y la angustia por no poder seguir y el cuadro final, con el tobillo derecho completamente hinchado que reveló por qué no pudo sostenerse en la cancha. Lionel Messi se quedó con todas las miradas, como siempre, pero en esta ocasión su lesión resultó tan central que llamó la atención hasta cuando premiaron a la selección argentina con la Copa América y el capitán fue renqueando a buscar el trofeo por segunda vez consecutiva.
Su cara de felicidad cuando Lautaro Martínez marcó el gol de la victoria y el gesto de misión cumplida cuando el árbitro brasileño Raphael Claus dio por terminado el duelo con Colombia hicieron olvidar por un rato que Messi había sufrido una lesión que ponía en duda sus pasos más cercanos: los compromisos en Inter Miami por la MLS. En principio está descartado para el choque con Chicago Fire, del sábado próximo, y los estudios de las próximas horas permitirán saber si podrá volver a jugar a fines de agosto, frente a Cincinnati. Además, tampoco podría participar en al menos los próximos dos partidos de la Leagues Cup, ante Puebla (27 de julio) y Tigres (3 de agosto).
La dolencia se produjo porque Messi no pudo pisar correctamente para ejecutar un centro con la pierna izquierda cuando intentó afirmarse con la derecha y pisó con la cara interna del pie. Inmediatamente se pensó que Santiago Arias había golpeado al capitán, pero una cámara alcanzó a captar cómo el rosarino se dobló completamente el pie. Lo que no está claro es si esa mala maniobra se produjo por el campo del juego o por mala fortuna.
La lesión le demandaría más de 20 días de recuperación si el 10 no tiene comprometido ninguno de los ligamentos del tobillo. El capitán fue asistido por el cuerpo médico de la selección, pero quedó con mucha dificultad para caminar. Incluso, cuando sus compañeros se reunieron en un costado del campo antes del segundo tiempo suplementario Messi se puso de pie y caminó con muchísimo esfuerzo. Hasta se sostuvo en un ayudante del cuerpo técnico para acomodarse y quedarse de pie junto al resto.
Faltan 52 días para que la selección vuelva a competir: el 5 de septiembre se medirá como local con Chile por las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026 y cinco días después viajará a Barranquilla para el cruce con Colombia.
Messi soportó casi 30 minutos con el tobillo inflamado, dejó la cancha y rompió en llanto en el banco de los suplentes. El entrenador Lionel Scaloni reconoció ese esfuerzo: “Sus compañeros ven que el tipo con 30 y pico de años quiere seguir estando y quiere seguir aportando, y no lo hace de egoísta: quiere jugar porque quiere ganar con sus compañeros. Ésa es la clave. No quiere salir porque no quiere dejar tirados a sus compañeros, porque sabe que es un montón para sus compañeros, aun estando lesionado. Y yo lo sé mejor que nadie”.
Por el momento, la cuenta oficial de la selección no dio un parte médico que permita conocer de qué lesión se trata y su grado. Se cree que Inter Miami ofrecerá en los próximos días algún detalle de cómo será la recuperación del capitán argentino.
LA NACION