Patricia Palmer está cambiando su vida para siempre. A sus 68 años, la actriz llevando adelante un proceso de adopción que comenzó meses atrás y que hace que ahora esté a punto de sumar un nuevo integrante a su familia: un joven de 18 años. «Son saltos al amor. Ojalá todas las personas que tengan hijos tengan las vocación. Sino que no los tengan, porque les hacen mucho daño«.
«Tengo 3 hijos, uno recientemente incorporado… Una de mis hijas es cantante de ópera, y es maestra de cantantes. Mis otros hijos trabajan de otra cosa, de la que viven pero tenemos un espacio de arte que pude comprar la propiedad en su momento, en donde llevamos adelante una empresa familiar de arte, nuestra pasión», describió Patricia sobre una parte de su grupo familiar.
«Hacemos de El taller del ángel un lugar familiar, una casa en donde nos gusta hacer teatro, ese es nuestro gusto. A mí no me gusta viajar, no me gustan las pieles, no me gustan las joyas, los barcos ni lo autos importados… a mí me gusta el teatro. No voy al casino, me la juego en el teatro», dijo Palmer, entre risas, en Sola en los bares, el programa radial de Karim González, por Conexión Abierta.
«Estoy en el proceso de adopción. Cuando me presenté, él tenía 17 años, ahora ya tiene 18. Estamos en esa maravillosa construcción de amor. Es una aventura cómo se puede crear un vínculo de amor incondicional. Toda mi vida transité hogares de niños, soy referente afectivo», contó la actriz.
PATRICIA PALMER EXPLICO POR QUE ESTA ADOPTANDO UN CHICO GRANDE
«Adopción de bebés, por suerte, hay muy poquitos. Porque un bebé, si es abandonado, siempre tiene la alternativa de su abuela, de su tía, de su madrina, tratan de ubicarlo en algún lado dentro del entorno bilógico, que es lo ideal, cuando está sano por supuesto», explicó Patricia en la nota radial.
«Y después cuando se hacen grandes tenemos la contra de que, a veces, la gente no tiene esa vocación, tiene prejuicios o tiene miedo. Los chicos, cuando son más grandes, tienen la consciencia de lo que es la adopción, le ponen todo el amor y toda la onda porque quieren una familia. Yo no lo conocía, me llegó por una búsqueda de convocatoria pública».
«La convocatoria pública es la última instancia de un niño para ser adoptado. A los 18 ya no pueden ser adoptados. Lo de él era un llamado ya desesperado. Pasó bastante hasta que lo vi personalmente. Cuando lo vi, ya sabía tantas cosas de él y había pasado por tantas instancias donde casi tratan de convencerte de que no, un poco para que estés muy segura… Pero yo estaba segura de la decisión que había tomado que no sabés muy bien de donde viene porque es como la vocación, que es el llamado del alma. Son saltos al amor. Ojalá todas las personas que tengan hijos que tengan las vocación. Sino que no los tengan, porque les hacen mucho daño», compartió Palmer.