El exsenador Eduardo Menem acusó este martes a la expresidenta Cristina Kirchner de no poner el busto de su hermano y expresidente Carlos Menem en la Casa Rosada por “odio”. Aseguró que la colocación del busto “está establecida” pero que “lo tenían secuestrado”.
Estas declaraciones se dieron en el marco de la decisión del gobierno de Javier Milei de instalar el busto de Carlos Menem, exmandatario que el libertario elogia, en el Salón de los Bustos de la Casa Rosada, donde están también las esculturas de los demás expresidentes que terminaron hace más de diez años su mandato.
En diálogo con Urbana Play, el exsenador dijo que no se colocó el busto de su hermano en todo este tiempo “por las miserabilidades políticas de alguna gente que ponen sus sentimientos personales arriba de lo que corresponde hacer”.
“La colocación del busto está establecida. Y no lo querían hacer, lo tenían guardado por ahí no sé a dónde. Felizmente el presidente Milei decidió colocarlo. Está hecho hace mucho, hace por lo menos cinco años que está. Como diría alguien, lo tenían secuestrado”, enunció luego.
Además, sostuvo que no sabe por qué el expresidente Mauricio Macri no tomó la iniciativa de instalarlo: “No lo sé, pero por lo menos cuatro o cinco años creo que estaba. No sé si alcanzó algo de Macri”.
Asimismo, se refirió a la ausencia del busto de la expresidenta Isabel Martínez, que asumió el poder en 1974 tras la muerte de su marido Juan Domingo Perón. En ese sentido, apuntó contra Cristina. “El manejo arbitrario, con odio, con resentimiento, sin causa, son los peores. Mientras le ponía el nombre de su marido [Néstor Kirchner], cuántas cosas hubieran sueltas, centros culturales, clubes, calles, plazas”, argumentó.
“No lo quería poner al busto de un expresidente elegido democráticamente, reelegido democráticamente. Lo que sé es que la ubicación se tenía que hacer por orden cronológico. Y el busto de Menem es anterior al de Kirchner”, añadió el exsenador.
El Gobierno confirmó hace unos días que el presidente Milei encabezará este martes el acto de disposición del busto de Carlos Menem en el Salón de los Bustos de Casa Rosada. La ceremonia contará con la presencia de funcionarios del gabinete nacional y familiares del exmandatario. La fecha coincide con el aniversario 35 del triunfo electoral de Menem, quien ejerció la presidencia durante 10 años.
En otro tramo de la entrevista, Eduardo Menem se refirió a su hijo Martín, que preside la Cámara de Diputados y es cercano tanto al libertario como a su hermana Karina, la secretaria general de la Presidencia. “Él estuvo siempre acompañándome. Ayer contó que él estaba por rendir derechos constitucionales en ese tiempo [durante la reforma constitucional de 1994], y había visto el manuscrito mío sobre la cláusula transitoria primera de la Constitución, por la cual se ratifican los inalienables derechos de soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. Esta fue una cláusula, un proyecto que presenté yo en la Comisión Constituyente y fue aprobada por aclamación, por unanimidad. Y contó que él había visto que se los tenía”, reveló el exsenador.
Con respecto a la presidencia de su hermano, aseguró que su gobierno derrotó la hiperinflación de 1989 y lo defendió por los casos de corrupción. “Vinieron opositores que no podían concebir que un presidente del Interior haya hecho lo que ellos no se animaron a hacer, tomar las reformas del Estado, la reforma económica, y empezaron, inclusive, los ataques por corrupción”, indicó.
“Yo no conozco gobiernos en los que no haya habido algún hecho de corrupción. Es una cosa, son los hechos aislados. Todo gobierno puede tener de otra cosa un sistema de corrupción, como ocurrió en otros. Pero claro, como había que demonizarlo, insistieron. Era para demonizar y quitarle méritos al único presidente que pudo domar la hiperinflación”, agregó.
Finalmente, dijo que Milei “está en el camino correcto”. “Creo que si no se toman las medidas que está tomando, no vamos a salir del estado desgraciado, calamitoso que dejaron los Kirchner cuando se fueron, con el 40% de los pobres y con la inflación”, cerró.
LA NACION