Atentas al movimiento de variables como la macroeconomía y el dólar, las inmobiliarias atraviesan esta segunda parte del año con la certeza de que aspectos como la derogación de la ley que regulaba los alquileres ya no tendrá vuelta atrás. Pero, al mismo tiempo, conscientes de que si el contexto inflacionario no se detiene los precios para los nuevos contratos seguirán aumentando y, en simultáneo, la oferta de créditos hipotecarios terminará por volverse otra idea que nos prosperó. Esa opción, precisamente, por ahora no ha pasado de la fase de anuncios y consultas. A excepción de los mismos empleados bancarios, reconocen los comercializadores, la firma de créditos por parte de particulares sigue muy acotada. En cuanto a los precios para la compraventa, la situación económica permite anticipar que no habrá cambios en los valores de las propiedades.
Desde el entorno del Colegio Profesional Inmobiliario (CPI) se indicó que, dado el cambio de condiciones establecido para los alquileres, la demanda se aceleró de tal modo que incluso comenzó a menguar el número de inmuebles publicados en las principales plataformas.
A diferencia de otros momentos en que faltaba oferta por la decisión de los propietarios de retirar los inmuebles del mercado locativo residencial, ahora la situación es de algunas demoras en la concreción de contratos por la demanda acelerada con el cambio de régimen legal.
Alquileres: oferta y demanda, con indicadores cada vez más potentes
«Se alquila más rápido de lo que regresan los departamentos que estuvieron fuera del mercado», comentaron desde una comercializadora con operaciones en el centro del mapa porteño.
Según el relevamiento más reciente del CPI, la oferta de alquileres se incrementó casi 200% desde que, a fines de diciembre, el presidente Javier Milei derogó la ley que regulaba a ese nicho.
«Estamos teniendo cada vez menos inmuebles disponibles, eso es cierto. Se alquila todo lo que llega las inmobiliarias. Así como entran los departamentos, así salen también», dijo a iProfesional Marta Liotto, ex presidenta del CPI.
«Al mismo tiempo, se está dando mucha renovación de contratos. Antes nos pasaba que, por ejemplo, los monoambientes tenían ocupación de un año, año y medio como mucho, ahora eso cambió por completo. Los contratos se firman y el inquilino permanece en el inmueble», agregó.
La experta expuso como un cambio de tendencia desde que cambió la regulación «el acortamiento de los acuerdos» respecto cómo funcionaba el mercado en la primera mitad del año. «En vez de cuatrimestral, el ajuste empezó a hacerse trimestral», aseguró, para luego señalar que dicho cambio responde a un «pedido de los propietarios» a partir del contexto económico negativo y la inflación vigente.
«Los dueños en general no ven una baja fuerte de la inflación en el corto plazo sino un declive más bien gradual. Por eso por el momento se inclinan más por el ajuste trimestral en detrimento de otras opciones. A principios de año sí de pronto era más común ver ajustes cuatrimestrales e, incluso, semestrales», coincidió otra voz del ámbito de las inmobiliarias.
Los créditos hipotecarios por ahora no pasan de la consulta
Consultada respecto del estado de situación de la demanda ligada a los nuevos créditos hipotecarios, Liotto dijo que, si bien se están firmando algunos financiamientos, «se trata de personas con relación de dependencia ligada a los mismos bancos».
«Sí hemos tenido muchas consultas, pero lo cierto es que para el público en general los créditos no terminan de despegar de forma definitiva«, reconoció.
«Es una situación muy atada a lo que ocurre con el dólar. Las consultas se multiplican en situaciones de dólar estable, pero cuando hay mucho movimiento los llamados se calman. Eso es lo que pasó en el último mes. La demanda de créditos dependerá mucho de lo que ocurra con el dólar hacia adelante«, concluyó.
A tono con esto, un informe reciente del Colegio de Escribanos expuso que la demanda de créditos hipotecarios mantiene la tendencia baja de los últimos años. El primer semestre del año cerró, para Capital Federal, con poco más de 620 escrituras formalizadas con hipotecas. Se trata de un acumulado prácticamente similar al constatado durante la primera mitad de 2023.