Ser «la mujer del momento» o «la periodista número uno de la actualidad» tiene su precio, un costo que está pagando por estos días Paula Bernini, cuya popularidad no ha parado de crecer desde la pandemia y explotó a niveles impensados por el dolorso Caso Loan. La notera de TN se ha convertido en una de las preferidas y de las más queridas por la gente, que le retribuye con cariño, afecto y reconocimiento el laburo que hace «metiendo los pies en el barro». Pero cuando llega a su casa la situación es muy diferente.
Hacer ese trabajo como corresponde y en vivo y en directo la ha llevado, por ejemplo, a pasar mucho tiempo afuera. Meses enteros alejada de su hogar y de los suyos, y eso, claro, no es gratis. Porque algún día toca volver y el reencuentro es con… la soledad. Sí, con la soledad total. Paula no tiene pareja, no tiene hijos, no tiene mascotas. Ni siquiera plantas tiene.
«Mirá, si tuviera hijos no podría hacer este trabajo como lo hago, dedicarle tanto tiempo o hacer todos estos viajes tan largos» le contó Paula a Yuyito González en lo que pudo ser considerado el encuentro de «las dos mujeres más renombradas de la actualidad». Mientras Paula lidera el ranking de las chicas más queridas de la tele, Yuyito ha estado en boca de todos por su explosivo romance con el presidente de la nación, Javier Milei.
«Ni plantas tengo, nada», confesó Bernini. «Tampoco animales. Ni gatos, ni perros. No tengo tiempo ni tampoco podría dejarlos solos tanto tiempo. No sería bueno para ellos. En mi casa estoy completamente sola. Lo que tengo cerca es a mi familia. Mis padres viven a 10 cuadras y mi hermana a 6. Somos muy unidos y estamos muy conectados. Por ejemplo, cuando estoy afuera a mi mamá o a mi papá los llamo todos los días», explicó.
EL DRAMON DE SOLEDAD QUE VIVE PAULA BERNINI POR TRABAJAR TANTO TIEMPO AFUERA
Pero la soledad de Paula no se ve reflejada sólo en la falta de una pareja, una mascota o un jardín florido. «Mirá, la última vez que estuve en Corrientes estuve un total de 84 días afuera de mi casa porque empalmé unas vacaciones con una cobertura por el norte del país y después llegué a Corrientes y ahí estuve un tiempo muy largo. Cuando volví, el panorama era terrible», describió.
¿En qué se vio reflejada esa larguísima ausencia? Ella misma lo contó. «Como no tengo a nadie que me pague los impuestos, las expensas o las cuentas… llegué y me habían cortado el gas y también el cable. No tenía ni agua caliente para bañanarme, así que tuve que ir a pegarme una ducha a lo de mi hermana. Llamé a la administración para pedir que me lo devuelvan y me dijeron «pero además debés las expensas», así que de a poco me tuve que ir poniendo al día con todas esas deudas», cerró.