El Gobierno sigue adelante con su estrategia de desregular al máximo el mercado aeronáutico y, tras cerrar un acuerdo de quita de restricciones a las frecuencias con Paraguay, negocia un paquete de nuevos pactos que estarían sellados antes de que concluya el año. Así lo anticipó la canciller Diana Mondino, quien indicó que se están negociando otros acuerdos de «cielos abiertos» y que la meta es cerrar 2024 con al menos 5 nuevos entendimientos firmados. Los pactos en cuestión se sumarán a los ya vigentes con Brasil, Chile, Canadá, Perú, Paraguay, Uruguay, Panamá y Ecuador. Con relación a las tratativas en marcha, Transporte anticipó que se dialoga con China, Emiratos Árabes, Qatar, Costa Rica y El Salvador, entre otros estados.
Desde esa dependencia se incluyeron, además, sendas conversaciones establecidas con Alemania, Países Bajos y Colombia. Precisamente, desde Transporte se reconoció que el objetivo es hacer de Sudamérica un espacio de «cielos únicos«, esto es, la búsqueda de hacer de la región un mapa sin límites para las operaciones de las aerolíneas.
«Cuando llegamos al Gobierno, nos pusimos inmediatamente a trabajar en las reformas del Código Aeronáutico, eliminando trabas, procurando modernizar y agilizar todo lo tenga que ver con las condiciones, los requisitos para poder operar en el país», declaró recientemente Franco Mogetta, secretario de Transporte de la Nación.
«Cielos abiertos»: la mira de Javier Milei, en Asia y Europa
«En ese momento veíamos que el mercado operaba con un manejo monopólico y distorsivo, para esta industria tan importante para el desarrollo de un país. No tenemos absolutamente nada contra Aerolínea Argentinas todo lo contrario, creemos que con la competencia va a elevar su estándar de calidad», agregó.
En cuanto a las negociaciones abiertas, Alemania, China, Países Bajos y Qatar aparecen como los acuerdos prioritarios para el oficialismo, mientras que las tratativas con países como El Salvador se resolverían rápidamente por la amplia sintonía política existente entre los dos gobiernos.
En ese sentido, comentaron a iProfesional del ámbito aeronáutico, Colombia aparece retrasada por los fuertes cruces protagonizados por el presidente Javier Milei y su par caribeño Gustavo Petro en la primera parte del año.
Mientras que el mandatario argentino tildó de «terrorista asesino», Petro no dudó en comparar a Milei con Adolf Hitler, en una escalada que redundó en una crisis diplomática inédita entre ambos países.
«Esos cruces han terminado complicando varios planes ligados a ‘cielos abiertos’ que estableció a principios de año. Por ejemplo, las críticas de Javier Milei a la gestión de Andrés López Obrador en México terminaron por congelar las negociaciones que se habían iniciado para un acuerdo de fronteras aéreas abiertas entre los dos países», ejemplificó la fuente consultada.
Qué establece el plan de «cielos abiertos» del Gobierno
La política de «cielos abiertos» fijada por el Gobierno, a partir de la derogación de la ley 19.030, eliminó por completo la exclusividad de las compañías argentinas para volar en el mercado doméstico.
Al mismo tiempo, dicho marco otorgaba preponderancia a la cobertura de Aerolíneas Argentinas, en tanto firma estatal orientada a la prestación de servicios aerocomerciales de alcance federal.
En concreto, aquellas empresas ligadas a los países con los que se firman estos acuerdos pueden comenzar a intervenir dentro del mercado doméstico ofreciendo servicios de cabotaje sin limitación alguna.
«Cielos abiertos» también permite que las aerolíneas establezcan la cantidad frecuencias hacia y desde la Argentina según sus propios criterios, esto es, sin intervención del Estado nacional.
Otro aspecto que cambió a partir de esquema refiere a las características del personal que, previo a la derogación, contaba con habilitación para volar dentro del país.
Así, con anterioridad a «cielos abiertos», los servicios sólo podían ser prestados por trabajadores y trabajadoras argentinas. Con el fin de la ley 19.030 se otorgó a las empresas la opción de sus tripulantes sean extranjeros, además de quitarse la exigencia de que para operar en la Argentina cada empresa tenía que contar con una base operativa local.
Finalmente, «cielos abiertos» también eliminó toda regulación para la imposición de tarifas. Desde fines de diciembre del año pasado, los precios pueden ser establecidos según los criterios de cada aerolínea.