El riesgo país acentuó su escalada el jueves al cerrar en 1.560 puntos, su nivel más alto en diez días, dejando atrás los 1.471 puntos con los que arrancó esta semana. Los analistas lo atribuyen a cuatro factores, entre ellos, un escenario de mayor tensión política tras el rechazo en la Cámara de Diputados al DNU que otorga fondos reservados para la SIDE con el apoyo de legisladores del PRO.
La suba del riesgo país en medio de la caída de bonos y acciones locales se da pese a la estabilidad del dólar blue, y de las divisas financieras, Contado con Liquidación y MEP que los expertos adjudican a la intervención oficial, y a que el Banco Central registra en agosto una racha compradora de 13 ruedas seguidas y acumula compras este mes por u$s538 millones.
Sin embargo, pese a la relativa calma cambiaria, los especialistas plantean que un riesgo país superior a 1.500 puntos refleja las dudas sobre la posibilidad de acumular reservas hacia adelante, y por ende, preocupación por la capacidad de pago de los vencimientos de deuda.
Y es que a partir de 2025 el monto de vencimientos hace necesario volver al mercado de financiamiento internacional y para eso es clave que baje el riesgo país por debajo de 1.000 puntos. Pero la mayoría de los analistas ve difícil que se perfore ese umbral sin abrir el cepo.
Riesgo país: mayor tensión política
El economista Federico Glustein juzgó que «sin dudas el rechazo al DNU por fondos reservados para la SIDE fue un factor preponderante en la suba del riesgo país y genera desconfianza en el mercado, lo mismo que la interna dentro del bloque oficialista».
A su vez, un análisis de Delphos Investment destacó que «el gobierno volvió a sufrir otra derrota en el Congreso». Esto se se suma a que el Senado este jueves aprobó la ley que modifica la fórmula de movilidad de jubilaciones y que implica, como primer efecto, un aumento del 8% sobre los haberes, aunque el presidente Javier Milei ratificó que la vetará para cuidar el «equilibrio fiscal»,,
«Los inversores seguramente volverán a formularse algunas preguntas en relación a la gobernabilidad ya sin el apoyo irrestricto del PRO y parte del radicalismo. Esto aumentaría las chances de que algunos de los intentos de la oposición por romper el equilibrio fiscal finalmente logren ciertos consensos», señalaron.
Y enfatizaron que «deberemos monitorear de cerca la evolución de la relación entre el gobierno y sus aliados ya que el oficialismo aún no está en condiciones de vivir con lo propio».
En ese sentido, el operador Leonardo Svirsky también relacionó la suba del riesgo país con esta tensión política,y opinó que el gobierno «debe tratar de hacer consensos y no salir a prepotear a todos porque las cosas no salen como quieren».
De igual mirada, la economista Natalia Motyl alegó que «la falta de un presupuesto aprobado para el 2025 y la posibilidad de presiones políticas sobre el gasto público están generando nerviosismo en los mercados». Y advirtió que «además, las turbulencias políticas actuales podrían amenazar la estabilidad y generar un gobierno de tercios, lo que aumenta la incertidumbre«..
El analista Gustavo Ber aseguró que «vienen despertando preocupaciones el escenario político, ante los recientes ruidos, y los desafíos económicos a administrar por delante».
En sintonía, Maximiliano Ramírez sostuvo que «no aprobaron en el Congreso el presupuesto para la SIDE y se ve como una derrota para el gobierno, Macri, alguien que se supone que está a favor del gobierno, salíó a poner trabas, y eso influye en el riesgo país».
Fernando Baer, economista jefe de Quantum Finanzas también consideró que «el despertar estos días del riesgo país puede estar asociado a cuestiones locales como las tensiones políticas y la dificultad aún del BCRA de acumular reservas».
Riesgo país: preocupación por las reservas
Pese a que el BCRA registra una racha compradora de 13 ruedas en agosto, los analistas afirman que «es un fenómeno transitorio» motivado por la expectativa de una reducción de 10 puntos en el impuesto PAIS en septiembre, lo que ha llevado a los importadores a postergar operaciones. Y prevén mayor dificultad en acumular divisas en el lapso septiembre-noviembre por el impacto de esa rebaja impositiva y el efecto de la reducción del plazo de pagos a importadores de 4 a 2 cuotas que se sentirá más plenamente en esos meses, en un contexto donde las reservas netas son negativas en un rango de entre u$s4.200 millones y u$s6.400 millones.
Juan Manuel Franco, economista jefe del grupo SBS evaluó: «El BCRA muestra en agosto una mejora en su saldo en el MULC, creemos dado que importadores, a la expectativa de la rebaja en la alícuota del Impuesto PAIS prometida por el gobierno, podrían estar postergando su demanda hasta entonces. En tanto, la calma en el CCL podría venir por el lado de la oferta para hacerse de pesos para pagos de impuestos».
«Estos son factores circunstanciales y el mercado sigue atento a cómo podrá el gobierno mejorar su posición de reservas netas, motivo por el cual el riesgo país sigue en torno a 1.500 puntos aún con las compras del BCRA en el MULC en lo que va de agosto», fundamentó.
En ese marco, la consultora 1816 aseveró que «la inquietud del mercado, reflejada en el nivel de riesgo país, es hasta donde seguirán bajando las reservas netas en los próximos meses si la política cambiaria mantiene como prioridad máxima una desinflación rápida».
«En ese sentido hay dos problemas para lo que queda del año (antes del pago del vencimiento de Globales y Bonares en enero de 2025: 1) dado el repunte de las importaciones el superávit comercial de julio fue de u$s1.575 millones, pero si a ese número se le descuenta el 20% de las exportaciones (que se liquidan en el CCL)el saldo baja a apenasu$s131 millones;2) en el periodo septiembre-noviembre las importaciones pagadas deberían superar largamente a las devengadas por el cambio de calendarización que genera una superposición de pagos de pagos de ambos regímenes».
Por su parte, un informe de PPI remarcó también que el miércoles «la justicia de Estados Unidos falló en contra del país en el caso por la expropiación de Aerolíneas Argentinas en 2008 y habilitó al CIADI a que ejecute una deuda que Argentina tiene por u$s340 millones».
«Si bien el monto puede parecer relativamente chico, esto se suma a la lista de sentencias en contra del país (como el fallo en contra del Tribunal de Apelaciones en Londres por el Cupón PBI de u$s1.500 millones), que deterioran el panorama de acumulación de reservas«, argumentó.
Riesgo país: dudas por el pago de la deuda
Santiago López Alfaro, presidente de Dracma Investment, aseveró que la suba del riesgo país «tiene que ver con que seguimos en reservas netas negativas, no se pudo acumular más reservas, y los inversores, sobre todo los de afuera que son los tenedores de bonos en dólares, no ven seguro el pago de diciembre». Según su visión, «hay que esperar al blanqueo y que termine el año; creo que se van a juntar reservas y no va a haber riesgo en el pago del cupón».
A su vez, Nery Persichini, jefe estratega en GMA Capital comentó que «el riesgo país, parece responder a dudas del mercado acerca la capacidad de pago de la deuda denominada en moneda dura».
«Por el lado financiero de las cuentas externas, no hay certezas sobre el arribo de nuevos fondos. El alejamiento relativo de un nuevo acuerdo con el FMI y la falta de precisiones sobre REPOs con bancos juegan en contra de los precios de los bonos«, sostuvo.
Ramírez también resaltó: «se está viendo que la acumulación de reservas es marginal, el gobierno sale a buscar algunas alternativas, búsqueda de fondos a Arabia Saudita, se habla de la posibilidad de un Bopreal 4, lo que se pregunta el mercado es si realmente tenes para pagar. Todo eso pone más dudas que certezas y eso hace que el riesgo país se mantenga arriba de 1.500 puntos».
A su vez, Motyl aseveró que el actual riesgo país «refleja la percepción de los mercados sobre la capacidad de Argentina para cumplir con sus obligaciones financieras, y actualmente varios factores están generando incertidumbre» sobre eso».
«El último dato fiscal de julio muestra señales de preocupación sobre la estabilidad fiscal. A esto se suma que se ha anunciado la eliminación del impuesto PAÍS, que representaba aproximadamente el 6% de la recaudación total. Además, la estabilización de los precios de las commodities reducirá los ingresos del sector agroexportador, afectando aún más la recaudación», enumeró.
Y acotó que «una política fiscal y monetaria contractiva en el corto plazo puede generar una recesión, y la preocupación se centra en cómo será la recuperación económica, especialmente sin una estructura productiva diversificada».
Riesgo país: demora en salir del cepo
Para Nicolás Martinez, analista de activos financieros de Wise Capital, «el aumento reciente en el riesgo país se debe principalmente a que el mercado había anticipado una eliminación del cepo cambiario para finales de este año».
«Sin embargo ahora el escenario base es otro, proyectando un posible levantamiento del cepo para mediados del próximo año. Esta modificación responde a la estrategia del gobierno de llegar con las condiciones económicas planteadas al momento de unificar: inflación controlada en relación al ritmo del crawling peg, reservas internacionales robustas, y una brecha cambiaria reducida al mínimo posible, todo ello para evitar una devaluación agresiva con fuerte traslado a precios y una corrida hacia el dólar que obligue a quemar reservas al BCRA», planteó.
Persichini también afirmó que «en cuanto a la disponibilidad de dólares comerciales, la vigencia del cepo es un factor negativo que potencia otras vulnerabilidades, entre ellas, el hecho de que el BCRA no acumula reservas como hace algunos meses, la pérdida de competitividad (por la inflación de los últimos meses y por la devaluación del real) y la debilidad del precio de la soja, que está en mínimos reales de 18 años».
A su criterio, «si el mercado tuviera una hoja de ruta del proceso de desmontaje del cepo, los inversores podrían poner en precios una percepción más favorable acerca de la capacidad de pago de la deuda, más allá del invaluable mérito que esta gestión tiene por la tarea fiscal».
«Adicionalmente, la salida del cepo parece ser un ‘no negociable’ para que el FMI abra la billetera o, al menos, renegocie un programa más flexible con nuestro país. Egipto y Etiopía, dos economías que en el último tiempo recibieron asistencia desde Washington, debieron desprenderse de los controles cambiarios y corregir el valor de sus respectivas monedas».
Riesgo país: ¿puede perforar los 1.000 puntos sin abrir el cepo?
La consultora EconViews aseguró que en materia de vencimientos de la deuda en dólares «el verdadero desafío» empieza en enero 2025. «Los vencimientos de ese mes suman u$s 5.100 millones, explicados mayormente por las amortizaciones e intereses de Bonares y Globales. Lo mismo aplica para julio»,indicó.
En el gobierno aseguran que el pago de enero está garantizado, pero en el mercado hay dudas sobre eso. Advierten que el BCRA no tiene los dólares para que el Tesoro pueda afrontar esos pagos, y de eso se deduce que es necesario que el país vuelva a tener acceso al mercado de deuda internacional.
En línea general, el consenso es que para que Argentina pueda retornar a financiarse en el mercado internacional, el riesgo país, mínimo debería caer a 800 o 700 puntos, aunque algunos analistas consideran que un nivel más óptimo sería por debajo de 500 puntos. Sin embargo, los expertos vislumbran difícil que el riesgo país perfore los 1.000 puntos sin abrir el cepo.
Martínez recalcó que «lo que más inquieta es el tiempo que le tomará al gobierno reducir el riesgo país a niveles cercanos a los 1.000 puntos básicos, lo cual es crucial para poder refinanciar la deuda y mejorar la posición de Argentina en el ámbito internacional».
Al respecto, Ber consideró que «para perforar los 1.000 puntos sería necesario avanzar con una mayor liberación del mercado cambiario que contribuya a un mayor ingreso de capitales, especialmente a través de inversiones en la economía real».
«Para comenzar a regresar a los mercados internacionales, el riesgo país no debería superar los 800 puntos.Los tiempos van a depender de las decisiones políticas y económicas que próximamente se vayan tomando, y posiblemente ello no resultaría antes del segundo semestre del año próximo«,estimó.
Baer coincidió en que «la apertura del cepo puede ser central para comprimir el riesgo pais». En tanto, Glustein dijo que «va a ser difícil que pueda bajar a 1.000 puntos», acotó que lograrlo va a «depender de cantidad de reservas y factores políticos» y proyectó que «podría pasar dentro del primer semestre de 2025«.
Otro operador de amplia experiencia, opinó que «sin abrir el cepo la percepción es que se posterga por bastante tiempo la normalización de la economía así que lo lógico es que no haya incentivos para comprar bonos». En ese marco,auguró: «Es muy difícil que el riesgo país perfore los 1.200 puntos con cepo».
Por su parte, Motyl sostuvo que «el riesgo país puede perforar los 1.000 puntos sin levantar el cepo, es complicado pero no imposible».
«Todo depende de la confianza del mercado en que el plan fiscal y monetario actual sea sostenible en el tiempo. Para volver al mercado financiero internacional, el riesgo país debería caer a niveles cercanos a los 500 puntos, como los que teníamos en 2018/19. Esto podría ocurrir hacia el segundo trimestre de 2025″, pronosticó.
Para López Alfaro, «es posible perforar el riesgo en 1.000 sin abrir el cepo» .Cree que «el cepo no lo van a tocar hasta mediados o fin del año que viene,asi que tendremos que esperar otra cosecha y ahí se abrirá», y sostuvo que «esto no se arregla fácil, arrancaron con u$s10.000 millones de reservas negativas,y u$s 30.000 millones de deuda de importación que se resolvió con u$s10.000 millones de Bopreal; esto va a tardar por eso los bonos no han logrado reforzar la suba».