“Yo había corrido una sola media maratón y fue allá en Mar del Plata, de donde soy yo. Hoy no tenía ninguna expectativa más que mejorar un poco mi marca”, reconoce con candidez Micaela Levaggi. Pero, a sus 26 años, logró mucho más que eso. Mucho más para una chica que estuvo a punto, este mismo año, de no volver a correr nunca más; muchísimo más, luego de una rotura de rodillo, una tendinitis del tendón de Aquiles y una fascitis plantar que la acosaron los últimos cinco años; y más aún, después de luchar contra todas las limitaciones económicas y los vaivenes del deporte que casi le da la espalda. Con todo eso en su historial, Levaggi llegó a Buenos Aires y le sacó casi cuatro minutos a su anterior marca, lo que le valió el título de campeona nacional en la Media Maratón de Buenos Aires. Afirmó a LA NACION, apenas tras cruzar la meta esta mañana: “La verdad, el título es lo que me pone más feliz”.
Es que ya le quedaba lejano ese 2018 cuando una Micaela de 20 años ganaba la medalla de bronce para la Argentina, en la altura de 1500 metros de Cochabamba, en los Juegos Odesur de ese años. Desde ahí todo fue más complicado y la seguidilla títulos nacionales que acumulaba en pista se cortó para siempre. Más lejano aún es el recuerdo de su entrenador, Leonardo Malgor: “Mica estaba a punto de cumplir 13 años cuando llegó a nuestra escuelita de atletismo. A los dos años y medio estaba corriendo en los Juegos Olímpicos de la Juventud, ¡imaginate!”, dice.
Cuenta Malgor que también le habían visto condiciones para las pruebas combinadas, “pero Mica solo quería correr”. No era de las mejores cuando empezó, pero se notaba que le gustaba mucho. Así fue que siguió bajo la guía del entrenador, que siempre confió en ella. “Leo me apoyó todo este tiempo para que no dejara”, reconoce Micaela. “Me habían invitado a viajar a Cachi [Salta] para entrenar con ellos allá, pero no pude ir. Estuve casi un mes sin entrenar a principios de año, pensé que no volvía más”, admite la ahora mejor argentina en la Media Maratón de Buenos Aires. “Pero entré él y su grupo de entrenamiento me motivaron para seguir”, añade.
Siguió y llegó a Buenos Aires sin ser la candidata al título. En su única media maratón había hecho 1h17m30s, y se enfrentaba contra un par de argentinas con 1h14m en su historial. Así, sorprendió a todos al parar el cronómetro en 1h13m36s, un minuto por delante de la olímpica en Río 2016, Marcela Gómez. Así lo relata la protagonista: “La pasé a Marce en el kilómetro 6 y supe que iba para el campeonato, de ahí en adelante seguí sola. Sostenía el ritmo y pasaba corredoras de otros países, incluso en los últimos kilómetros pude acelerar”.
Luego de este logro, el futuro de Levaggi cambia de color. “Ahora ya me imagino preparando el campeonato sudamericano de pista del año que viene, ¡qué además se hace en mi ciudad!”, se entusiasma la joven, contenta también porque llegó un poco de ayuda: pudo firmar con Nike y además la acompaña la cadena deportiva Open Sport.
Su entrenador ve, incluso, bastante más allá de una competencia sudamericana. “Ahora se plantea un desafío de cuatro años que hay que evaluar si ella lo quiere aceptar”, plantea Malgor sin necesidad de nombrar los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Acaban de terminar los Juegos de París, pero el deporte es pensar a largo plazo.
Habra que ver qué piensa ahora esa niña que llegó a la escuelita de atletismo con 12 años y solo quería correr.