Inflación y otros factores económicos mediante, con una jubilación privada se puede delegar la tarea de inversión a reconocidas compañías de seguro
15/09/2024 – 19:07hs
En tanto los beneficiarios que cobran sus haberes a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y pertenecen al grupo de jubilaciones superiores en septiembre recibieron un aumento del 4,03%, alcanzando los $1.578.233 y, solo por este mes, un bono de $304.540; lo cierto es que hay un lado opuesto que representa a la mayoría: la jubilación mínima apenas alcanza los $234.540 (más un bono de $70.000 que se cobra solo en el noveno mes de 2024).
Ante esa realidad, y para paliar las reiteradas crisis económicas que atraviesa la Argentina, existen otras formas de proyectar un mejor futuro a la hora de pensar en el retiro laboral, incluso sin depender de este tipo de haberes convencionales que cada año van perdiendo contra la inflación. De hecho, en 2023 las jubilaciones quedaron 20 puntos por debajo versus el incremento del costo de vida.
Cómo cobrar una jubilación privada sin depender del Estado
¿Quién no desea llegar a los 55/60 años con libertad financiera? Con la inflación y otros factores que afectan a la economía, pero también quizá por falta de constancia y regularidad en otros casos, el problema es que a gran parte de los argentinos les cuesta ahorrar. Por eso, es fundamental organizar las finanzas personales a través de un plan a futuro que «ordene» el presente, a través de estrategias de inversión específicas mucho más efectivas. Lo importante es empezar a involucrarse desde temprana edad con el tema de ahorros e inversiones.
En este contexto, tener una jubilación privada implica delegar por completo la tarea de inversión a reconocidas compañías de seguro (Zúrich, Life, etc.) que se encargan de gestionar el capital de una persona. Este tipo de resguardo tiene un interés garantizado y una proyección ya estimada, según destacan los especialistas. Poner en movimiento las «reservas» a través de ciertas inversiones permite lograr un capital importante para esa etapa posterior de la vida en la que concluye la actividad laboral.
Así, el fondo de retiro es una herramienta especialmente diseñada que ayuda a planificar el futuro. Pero no se trata solo de acumular billetes en una cuenta bancaria, se requiere ser constante e invertir el dinero en diferentes instrumentos financieros ˗como obligaciones negociables o CEDEARs, fondos de inversión˗ para obtener rendimientos que posibiliten aumentar los ahorros y evitar que pierdan valor contra la inflación.
Si como muestra basta un botón, con u$s 30 por mes una persona de 27 años que empieza a aportar puede llegar a u$s 360 por año y, a los 65 (la edad jubilatoria signada para los hombres, 60 para las mujeres, luego de 30 años de aporte) lograría obtener u$s 35.552. Yendo por más, si un joven de 29 años comienza ahorrando u$s 250 mensuales a una tasa real del 4%, a los 65 años podrá cada mes realizar retiros de u$s 1.000 hasta los 85.
Cómo armar un fondo de retiro
Para armar un fondo de retiro conviene empezar invirtiendo montos pequeños todos los meses, una cifra que sea sencillo de cumplir y que se sumará al presupuesto mensual. Se comienza optando por la edad en la que el individuo pretende retirarse (lo usual es entre los 55 y 70 años).
¿Dónde invertir el dinero? Pensando a futuro, un producto financiero que otorga muy buen rendimiento es la renta variable: comenzar por invertir un 100% en acciones y luego rotar a otros productos más conservadores es una buena medida en cuanto se vaya aproximando la hora de jubilarse.
La rentabilidad de un fondo de retiro es variable e irá conforme el desempeño de las acciones que componen la cartera. Para llevar a cabo estas proyecciones, algunos expertos usan como referencia el rendimiento histórico (por ejemplo, de los últimos 70 años) de la bolsa de los Estados Unidos, de un 11% anual en dólares.