Parte de la comunidad educativa de Carlos Paz libra nuevamente el debate por los centímetros de las polleras de las alumnas. Esta semana, el Instituto Parroquial Bernando D’Elia envió una comunicación a los padres prohibiendo directamente el uso de las faldas por calificarlo como “exhibiciones indeseables”.
El texto del colegio hace hincapié en el “uso responsable del uniforme”, y describe que han notado sucesivas situaciones que superan “alguna travesura esporádica”. En definitiva, la escuela “observó la persistencia en el uso de una pollera sin el largo establecido” en el reglamento de convivencia, dejando “muslos a la vista o con dobleces en la cintura que llevaban a que las mochilas se engancharan en la espalda hasta subir las faldas hasta exhibiciones indeseables, entre muchas otras cuestiones”.
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Indicaron a los padres que se tomó la decisión definitiva que solo podrá ser reemplazada por bermudas del mismo material que el pantalón de gimnasia. Una de las voceras de la institución explicó a Perfil Córdoba que esta situación no es novedosa, y que vienen trabajando desde principio de 2024.
“Se empezó los primeros días de marzo, se suscitaron varias cuestiones con unas falditas muy muy cortitas, el uniforme es muy claro con el largo de la pollera que es cuatro dedos por arriba de la rodilla. Las chicas insistían en usar una falda que no era la del uniforme mucho más arriba de las indicciones”, indicó.
La opinión de las madres y los padres no se hizo esperar y muchos ya dejaron trascender su parecer. Una mamá dijo a este medio que “más allá de polleras o polleras no, lo que hace ruido en esta época es que sigan poniendo en hincapié que exhiben los muslos, que las mochilas le hacen saltar las polleras y hacen exhibicionismo. Deberían poner el uniforme es tal y listo, sin estos fundamentos ridículos”.
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Al mismo tiempo pidieron tener la misma vara para evaluar a las docentes que enseñan en la institución: “cuando ves a las profesoras que van con unos pantalones chupines, apretados que les resalta todos los atributos traseros ¿eso está permitido?”, se preguntó un progenitor.
Qué dice la escuela
Los directivos del instituto consideran que cambiar el largo de una pollera es atentar contra las normas del uniforme. Que sea mas largo o mas corto significa no respetar lo acordado por toda la comunidad. Hasta se dieron situaciones en donde los adultos tenían que medir la pollera a las alumnas.
Describieron que este año quisieron eliminar este debate, y desde marzo se indicó que estaba prohibido ir con las faldas cortas. “Es horrible para los adultos tener que estar midiéndole la pollera. Estas cuestiones fueron insistentes y no tuvimos respuestas de las alumnas o de las familias, que también fueron notificadas. Se está pidiendo que se respete el uniforme, así como lo hacen los chicos y cualquier otra escuela de gestión privada”.
Reconocen que desde que comenzó el calor se precipitó todo. Algunas chicas llegaban a la escuela con pantalones y en el primer recreo se cambiaban. “Entonces, sabían que el uniforme autorizado por la escuela no estaba la pollera. Lo hicieron por la ola de calor”, expresaron.
Es por estas razones que la Institución, en una medida extrema basada en la necesidad de sostener una normativa, en lugar de medir polleras cada día, que evidente e insistentemente no cumplen con lo pautado, ha decidido restringir el uso de polleras desde el mes de abril.
LT