Mientras el dólar libre desciende, el tipo de cambio que se utiliza para los pagos con tarjetas de crédito y débito en el exterior sigue al alza. Por lo tanto, la brecha entre ambos ya alcanzó el nivel más alto de los últimos 5 meses y analistas empiezan a anticipar que habrá más presión sobre los precios del blue y el MEP luego que pase el blanqueo de capitales.
Esto se debe a que el billete estadounidense en las plazas informal y financiera cayó el lunes hasta los $1.185, su nivel más bajo desde el 20 de mayo, por lo que la brecha con el dólar tarjeta ($1.592) se amplió al 34%.
Una diferencia tan amplia entre ambas referencias que, justamente, no se alcanzaba desde mediados de mayo, cuando llegó al 35%.
De hecho, la brecha más grande entre el dólar tarjeta y el blue se había dado el 8 de abril pasado, cuando alcanzó el 43,4%.
Las dudas que empiezan a surgir en el mercado son que la nueva dispersión que se debe convalidar entre las referencias de tipo de cambio lleva a que comience a hacer cada vez más evidente la conveniencia de comprar los billetes en la plaza libre para pagar consumos en dólares cash.
O bien, acopiar las divisas para luego cancelar directamente con esta moneda, o vía MEP, los resúmenes de los plásticos. Y, así, evitar que se aplique el valor oficial para el cambio, que implica pagar 400 pesos adicionales por cada dólar consumido.
Entonces, el incremento de esta distorsión lleva a que los analistas consultados por iProfesional comiencen a alertar que, de cara a las vacaciones de verano, se incremente la presión al alza de los dólares libres.
Dólar blue barato, un imán para viajar al exterior
En resumen, la amplia brecha cambiaria entre dólar tarjeta y los billetes libres, también indica que tanto el blue como el MEP están bajando de precio y, por ende, empiezan a lucir «baratos» frente al avance que tuvo la inflación en los últimos meses, volviendo más tentador vacacionar en el exterior.
En concreto, el billete estadounidense informal a $1.185 representa casi el mismo valor que tocó justo un año atrás, en pleno momento de incertidumbre electoral, cuando llegó a los $1.200, en términos nominales.
Sin embargo, mientras en los últimos 12 meses el dólar blue coquetea con ese valor de referencia, la inflación acumulada en ese mismo lapso es de 276%, según los últimos datos del INDEC.
«Si el blue hubiera crecido como la inflación en lo que va del 2024, que fue más de 95%, hoy su valor debería ser de $1.950. Esto implica que el dólar paralelo actualmente está 40% por debajo del valor que tenía en diciembre 2023, en términos reales», subraya Jorge Colina, economista de Idesa, a iProfesional.
En otras palabras: desde que asumió Milei, el dólar blue se abarató un 40%.
Bajo estas condiciones, son varios los analistas que ponen en duda de que a fin de año el Gobierno deje sin efecto el Impuesto PAIS, tal como ha prometido y no aplique ningún otro tributo a las compras con tarjeta.
Es que si se iguala la cotización del dólar oficial que se aplica a los pagos con tarjeta en el exterior con el que tienen los dólares libres, habría un incremento notorio en el uso de los plásticos y de los dólares oficiales, en un marco en que las reservas netas del Banco Central siguen en terreno negativo.
¿Cómo afecta la brecha entre el blue y el dólar tarjeta?
En definitiva, la discusión entre los economistas es cómo puede impactar la notoria brecha entre el dólar tarjeta y el dólar libre, la falta de incentivos que existe para utilizar los plásticos y la presión que puede ejercer cerca de diciembre en un incremento del precio tanto del MEP como del blue.
«Al final del día la gente que viaja no paga el dólar turista, sino que compra los dólares libres y los aplica al pago de la tarjeta. Así, mientras que exista esa brecha, el Banco Central no pierde reservas por estas operaciones», afirma Fernando Baer, economista de la Consultora Quantum.
Por su parte, Gustavo Quintana, analista de PR Cambios, suma: «Conviene más comprar blue o MEP y pagar con dólares físicos los consumos de las tarjetas. No se entiende para qué lo dejan. El turismo al exterior, por supuesto, se ve estimulado por esta baja, pero hay que tener en cuenta que la baja del precio del dólar libre es porque no hay pesos».
Por lo tanto, considera que ese desfasaje se verá traducido, sobre todo en la temporada alta veraniega, con una mayor salida al exterior. «Está resultando cada vez más barato ir afuera que veranear en la Argentina, por los precios locales que se están pidiendo», plantea.
De esta manera, se evidencia «mucha» oferta de divisas por el momento, el blanqueo está incidiendo y todavía se encuentran vencimientos impositivos.
Bajo este escenario, «no creo que en el corto plazo suceda esta presión a que suban los precios de los billetes informales. Pero siempre los mercados, en algún momento, corrigen distorsiones», finaliza Quintana.
Al respecto, Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum, completa: «Esta situación actual debería producir más demanda de dólar MEP o blue en poco tiempo más, a medida que se acerque fin de año. Hay que tener en cuenta que también puede estar postergándose el pago de dólares por viajes, pensando que alrededor del 20 de diciembre finaliza la vigencia del Impuesto País y, en teoría, podría ser aún más barato el dólar tarjeta. Seguramente, el Gobierno encuentre una salida para que eso no ocurra, o sino perderá muchas más divisas».
Por decirlo de alguna forma, los economistas consultados por iProfesional sostienen que es «probable» que el Gobierno implemente algún tipo de cambio «especial» para intentar desincentivar el uso de las tarjetas en consumos en el exterior.
«Se ve claramente que está el riesgo que haya un rebote en el precio del dólar blue, porque en las vacaciones a la gente le va a convenir pagar más en dólar billete que pagar con la tarjeta, y ahí se sentirá la presión», sentencia Colina.