Tras la devaluación de diciembre, y con el objetivo de bajar la inflación, el Gobierno mantiene sin cambios el ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial -lo que en la jerga financiera se conoce como crawling peg– en 2% mensual. Y según las proyecciones del Presupuesto 2025 se mantendría en ese nivel en lo que resta de 2024, mientras que para fin del próximo año se prevé un valor del dólar oficial de $1.207 a fin de 2025,lo que implicaría reducir el ritmo de ajuste devaluatorio a un promedio mensual de 1,4%
En ese contexto, algunos analistas prevén que con el fin de acelerar la baja inflacionaria, el Gobierno podría reducir en el corto plazo el ritmo del crawling. Para otros, eso sería recién un poco más adelante.
Y es que si bien la inflación en septiembre perforó la barrera del 4% por primera vez en el año al ubicarse en 3,5%, los economistas prevén que el proceso de desinflación hacia adelante será a un ritmo más lento del que se evidenció hasta el momento.
Adrián Yarde Buller, director de Facimex Valores, planteó en una charla virtual que «el gobierno probablemente esté pensando que hacer respecto de la estrategia cambiaria en 2025 porque cuando uno mira el crawling peg al 2%mensual con una inflación de 3%-4% implica estar tomando ciertos riesgos sobre todo por el lado del tipo de cambio real».
Qué debe pasar con el tipo de cambio para que la inflación siga en baja
Christian Naud, analista de ACM, indicó que desde la devaluación del 13 de diciembre que llevó al tipo de cambio desde $366 a $800, al haberse mantenido un crawling de 2% mensual, «el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) ya muestra que el tipo de cambio real se apreció en 48,5%, y a fin de año estaría cerca del 50%».
«Dado una inflación del 38% que estimamos para el próximo año, una baja de crawling implicaría una mayor apreciación del tipo de cambio. Esto plantea riesgos, especialmente considerando que el BCRA está enfrentando dificultades para acumular reservas y tiene obligaciones en moneda extranjera por un monto aproximado de u$s18.000 millones para el próximo año», advirtió.
A su vez, Yarde Buller remarcó que «el tipo de cambio real multilateral si sostiene el crawling peg a fin de año y se cumplieran las proyecciones del REM de inflación llegaríamos con un nivel de tipo de cambio muy apreciado, y muy bajo para encarar el año electoral por lo menos a la luz de la historia reciente».
«Sería el tipo de cambio real más apreciado que algún gobierno tuvo a la hora de encarar una elección, por lo menos tomando como referencia las últimas dos décadas», recalcó.
Sin embargo, sobre la cuestión de la apreciación cambiaria, Ricardo Arriazu, uno de los economistas más escuchados por Javier Milei alegó días atrás: «¿Qué dicen los economistas? ‘Atrasaron el tipo de cambio. Hay que volver a devaluar’. Si uno no para la calesita de los precios relativos, jamás va a parar la inflación».
«Nosotros decimos que este año la inflación va a cerrar en 120%. Si yo moviera el tipo de cambio, ¿qué creen que pasaría? Todos los precios se van para arriba. Los precios están convergiendo a la tasa de devaluación. Entonces, lo que digo es que el 2% de inflación es inaceptable. ¿Cómo hacemos para bajar del 2%? Bajando la tasa de devaluación, obviamente», aseveró.
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Arriazu prevé que «a partir de febrero comienzan a bajar la (tasa mensual) de devaluación –1,9%; 1,8%; 1,7%; 1,6%; 1,5%; 1,4%; 1,3%; 1,2%- y en diciembre del año que viene da 0,9%».
Al respecto, la economista Natalia Motyl comentó a iProfesional que concuerda con la visión de Arriazu: «La idea es que el ritmo de crawling peg determine el piso inflacionario junto con la tasa de interés».
«Así que, para lograr bajar la inflación al 1%, primero deberán desacelerar el ritmo de devaluación mensual. En diciembre o enero del año que viene ya deberían reducir el ritmo de crawling peg al 1%«, opinó.
Para Naud, «podrían mantenerlo en este nivel de 2% durante los primeros meses del 2025 y, dependiendo de cómo evolucionen las variables macroeconómicas, ajustarlo gradualmente al 1% a lo largo del año».
Por su parte, Fernando Baer, economista jefe de Quantum Finanzas, evaluó que «el crawling seguirá en el 2% hasta que la inflación mensual sea igual o menor a esa tasa».
«Es probable que si se sigue con esta política fiscal y monetaria, la inflación se siga desacelerando y que en el primer trimestre/segundo trimestre la inflación este por debajo de esa tasa», proyectó.
En sintonía, el economista Federico Glustein consideró que «que el crawling sea del 1% va a depender que la inflación toque ese mismo número», y acotó que eso «no lo veo probable para febrero en términos redondos» pero sí un 1,7%/1,8% podría llegar a darse».
«Hoy es necesario que el dólar deje de atrasarse para evitar una apreciación cambiaria que termine afectando una devaluación post apertura del cepo», afirmó, por lo que vislumbra que la reducción del crawling peg sea «más para el segundo trimestre 2025, llegando al 1% para mitad de año, con una inflación en ese mismo número».
De igual lectura, el analista financiero Gustavo Ber prevé que «de continuar avanzándose el proceso de desinflación, resultaría probable una gradual reducción en el ritmo del crawling-peg». Y avizora que «esa dinámica podría comenzar hacia el primer trimestre del año, a partir de una inflación que se ubicara ya en torno al 2% mensual, lo cual ayudaría a evitar acumular mayor apreciación cambiaria».
A su vez, Maximiliano Ramírez, socio de Lambda Consultores, sostuvo que «el ritmo del timing (de la baja del crawling) lo va a manejar en función de la oferta de dólares».
«El planteo que tiene en el Presupuesto es que tiene que bajar el ritmo. Ya deberían empezar a bajar el ritmo. No creo que pase de 2% a 1%, sino que va a ser gradual, bajar de 2% a 1,5% y después a 1%», señaló.
Asimismo, Ignacio Zorzoli, Director de Finanzas del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI (CEEAXXI), resaltó que «tanto el presidente como el ministro de economía vienen anunciando en cuanto la inflación converja al 2% mensual se bajará el ritmo del crawling peg para que de esa forma no se ponga un piso a la desaceleración de la suba de precios».
En ese sentido, dijo que «resta ver si lo que se tome como referencia sea el IPC general o la Inflación Core (núcleo)», agregó. A su criterio, «el Gobierno va a apuntar a que converja a la Core».
«Posiblemente, el nuevo piso, llegada la inflación a un ritmo del 2% mensual, pase a ser del 1% para poder así mantener el camino descendente de los precios que se viene observando. Cuándo finalmente se va a dar la convergencia no es algo que se pueda saber, pero los últimos datos de inflación dan buenas perspectivas a futuro», destacó.
Por otra parte, Pablo Repetto, jefe de research de Aurum Valores, planteó: «Si el asunto es una economía dirigista donde el gobierno fija el tipo de cambio, seguramente podrían apuntar a bajarlo cuando la tasa de inflación haya perforado el 3%, y esa debe ser la cuenta que hace Arriazu de esperar que eso ocurra aproximadamente en febrero».
Sin embargo, objetó: «No me convence el esquema cambiario. Para mí, debería ser otro completamente distinto después de haber persistido un año en un régimen heredado que lo único que hace es postergar la resolución de los desequilibrios y al mismo tiempo postergar la decisión de inversión de empresas«. Y abogó por «ir hacia un marco monetario cambiario más normal, como en general ocurre en los países que implementan un plan de estabilización y después un plan de crecimiento y progreso sostenido».
«Debería haber un mercado con libre flotación de la moneda. Eso sería mucho más propicio para que la economía crezca, haya inversiones y el riesgo país baje», aseveró.
¿Implicará riesgos para Luis Caputo reducir el crawling?
Motyl relativizó que reducir el crawling peg implique riesgos para Luis Caputo. Según su visión, «con el contexto actual el único riesgo es externo o algún ruido político, pero el tipo de cambio se está ajustando por la baja de la inflación y esto hace eliminar las expectativas devaluatorias».
Baer concordó: «No veo riesgos. No cambia absolutamente nada pasar de un crawling de 2 al 1% si la inflación acompaña; lo importante es que se abra el cepo y que se normalice la cuenta capital y financiera».
En cambio, en un contexto de reservas netas negativas, Ramírez afirmó que «en teoría, el momento ideal para empezar a bajar el crawling sería el de la cosecha porque tenés una oferta de dólares grande que sirve para apaciguar» una eventual tensión. «Sería con la ventana de liquidación de exportaciones de soja, que es el segundo trimestre del año», recalcó.
No obstante, el economista dijo que «en la práctica, si este ritmo de baja de la inflación sigue con el nivel que venimos viendo, para octubre se ve una desaceleración de la inflación, el próximo paso podría ser una desaceleración del nivel del crawling». Se trata de una desaceleración de la inflación tras la que está Luis Caputo.
«Ahí lo más importante es tener en cuenta la brecha. Porque con la desaceleración en el ritmo del crawl lo que deberíamos ver también es ver cómo juegan las tasas pasivas. Porque si la tasa es en términos reales positiva, la gente no se va a ir al dólar sino al peso. O sea, con la baja del ritmo del crawl tendrías que tener un aumento en las tasas de interés», explicó.
«Siempre que vos busques reducir el ritmo del crawl tenes el problema de que los dólares alternativos tiendan a subir. Por eso es importante no solo querer reducirlo sino la coordinación dentro de la política económica para poder hacer eso», advirtió.
Para Zorzoli, «en caso de que se lleve adelante un retoque de la tasa de devaluación estando en concordancia con la inflación, no debería haber mayores sobresaltos en los mercados de divisas«.